El Insitut Catalá de Credit se ha convertido en le instrumento financiero para apoyar con dinero a los amigos: Mediapro y Metrovacesa

La Generalitat de Cataluña siempre se opuso a que fuera el enemigo español, Iberia, quien comprara Spanair. Por eso, ha puesto sus poderes sobre la mesa y ha echado mano del Insitut Catalá de Credit para entrar en la aerolínea. Tal y como hicieron para ayudar a Mediapro y a Metrovacesa. El consejero de Innovación, Universidades y Empresa, Josep Huguet, se felicitó este viernes por la operación, que según él servirá para que el aeropuerto de El Prat no quede como una instalación subsidiaria. Al nacionalismo catalán le molesta pasar por Madrid (lagarto, lagarto) hasta para enlazar un vuelo. Y su alergia se demuestra cuando el político nacionalista asegura que lo de menos es si la sede de Spanair queda en Barcelona o en Palma de Mallorca (Països Catalans, al fin y al cabo): Lo importante es que no esté en Madrid.

Aprovechándose de ésta obsesión, en su día Ferrán y Pascual ofrecieron desde Spanair y con la ayuda de Star Alliance, crear un hub que permitiera hacer intercambios de vuelos y vuelos directos en la Terminal Sur de Barcelona sin necesidad de pisar suelo capitalino. Finalmente, la alianza liderada por Lufthansa sólo pudo prometer llevar a los pasajeros de Barcelona a Frankfurt, donde se encuentra su verdadero centro de conexión de vuelos o hub. Pero Huguet parece seguir soñando con dejar de depender del asqueroso centralismo madrileño, aunque sea a costa de convertirse en la periferia alemana.