Pretenden que tenga consideración oficial de embajada
El secretario de Asuntos Exteriores de la Generalitat catalana, Albert Royo, es además, director en funciones de la Casa de Cataluña en París. Hasta aquí todo normal. Salvo que el Sr. Royo está en negociaciones con el Eliseo para que la oficina de representación catalana tenga un reconocimiento oficial. Es decir, sea considerada oficialmente como embajada. Una pretensión que –argumenta- encaja perfectamente con el nuevo Estatut. Aunque –añadimos nosotros- choca frontalmente con la Constitución que deja muy claro que las competencias exteriores son exclusivas del Estado.
Por supuesto, París se ha lavado las manos. Afirman que si Madrid da luz verde, ellos no tienen inconveniente en que los españoles se descuarticen a ellos mismos como ya han hecho con las ‘embajadas' de Flandes y Valonia. Y en esas están. Así que Carod Rovira pretende reunirse lo antes posible con Moratinos a resolver un asunto de vital trascendencia: la conversión de la Casa de Cataluña en París en ‘embajada' catalana. ¿Lo peor? Según ERC, parece que hay ‘química'. El Gobierno no tiene ningún problema en descuartizar la ¿política? exterior española.