El Fondo de Garantía Salarial asume la responsabilidad sobre los trabajadores

Este miércoles 9 fueron clausurados por el departamento de Sanidad de la Generalitat catalana los centros de Carlos Morín, en prisión por presuntos abortos ilegales. La clausura se produce tras comprobar que el personal médico ya no trabajaba en los centros. Y no es extraño: no han cobrado ni la nómina de noviembre. Y eso a pesar de que los centros han permanecido abiertos y que se ha seguido facturando cuantías no bajas. ¿Qué se hacía con el dinero? Morín dio orden a su abogado de que recogiera diariamente la recaudación. Y así lo hizo. De manera que no hubo posibilidad de pagar.

La maniobra empresarial consiste en obligar a los trabajadores a pasar al Fondo de Garantía salarial. De esta manera es la administración quien se hace cargo del pago de las nóminas. Lo que nos ha hecho -porque ni trabajadores ni proveedores lo han pedido todavía- es instar la quiebra, o al menos la suspensión de pagos, que parece lo razonable. Al fin y al cabo, las deudas con proveedores y con los dueños de los locales donde ejercía su siniestra actividad, están sin pagar desde hace meses.

Y no será por falta de recursos. Morín puede alegar insolvencia. Incluso puede alegar que la casoplón en el que vivía no era suyo sino de una sociedad. Además, según ha podido saber Hispanidad, Morín ha puesto su casa a venta. Y es probablemente de las viviendas más caras de la Ciudad Condal. A nadie le resultará difícil levantar el velo.

Por otra parte, el ‘Dr. Aborto' cobraba 6.000 euros por cada aborto de tercer trimestre practicado y tenía una nómina cercana a los 2.000 euros mensuales. Teniendo en cuenta que hacía una media de dos tercer trimestres diarios, digamos que no pasaba apuros para llegar a fin de mes.