Sr. Director:
Que no nos confundan, la pasada concentración que se celebró el pasado 30 de Diciembre, en Madrid, no fue solamente una concentración de familias católicas convocadas por el clero, fue algo más, fue la celebración de un acto cívico al aire libre de unas familias que amparándose en las leyes y usando la libertad individual, se concentraron para decir a todo el mundo y al actual Gobierno en particular, que pertenecen a la institución más antigua de la Humanidad, mucho antes que el paganismo el judaísmo, el cristianismo ect... fueran una realidad.
Los descendientes de la primera familia, Adán y Eva, las primeras familias que vivían en las cavernas, el hombre primitivo que después de venir de cazar, se refugiaba en la cueva con su mujer y su descendencia a la vera de un fuego, bien para descansar, comer, hablar o sencillamente celebrar cuantos eventos se trataran en compañía de los suyos.El núcleo familiar era un hecho, de ahí salía la autoridad las formas y maneras de vivir, los valores a respetar, los principios que hicieron posible que a lo largo de los años se mantuviera la familia como la institución básica de toda sociedad, dentro de ella se compartía todo, comida, techo lumbre o abrigo, pero lo más importante, en el marco de ella se realizaba el acto más sublime base de nuestra existencia: la relación carnal entre personas de sexos diferentes, el acto de la procreación, es decir se hacía vida, se practicaba el acto con este fin dar continuidad a la especie. Y así desde entonces hasta hoy.
Pienso que el pasado día 30 las personas congregadas en Colón se reafirmaron, como descendientes actuales de aquellos seres primitivos pero muy actuales en lo concerniente a sus deberes como hombre y mujer, de ellos venimos. El actual Gobierno, en sus deseos de dominar al hombre, no se para en barras y ataca a la familia, pues sabe que esta nos hace libres del individualismo, el hedonismo y con sus valores nos aparta del relativismo que todo lo simplifica en un "todo" es según lo que se quiera o se mire.
La familia nos protege de los intentos que hace este Gobierno de querernos sumergir el un pozo sin fondo donde seamos sus esclavos del proyecto totalitario, en el que el individuo solo existe para obedecer lo que ordena el Estado, donde el individuo no es hijo de sus progenitores, ya que al pertenecer al Estado tal hijo tiene a esta institución como guía ya que todo se lo debe, siendo las madres y los padres solo las herramientas para traer los hijos, que serán posteriormente entregados al Estado para su formación como personas, siendo apartados los padres de sus deberes naturales.
A los hijos se les formará para servir de un modo u otro a las causas o proyectos que a través del proyecto totalitario se relacione si se tercia en todo tipo de actividades relacionadas con la cultura de la muerte, ya que una vez formados tales criaturas verán como algo normal tales atrocidades como el gaymonio, el lesbianismo, el aborto, la eutanasia y todo tipo de prácticas que en aras de una mejor existencia no se repare en las peores formas del perfeccionamiento bien sea a través del uso criminal de los embriones, para acabar en la práctica de la eugenesia, tan de moda en el pensamiento de determinados higienistas.
Por desgracia ya lo intentaron en el pasado, tratan de nuevo a través de su cordón sanitario su fuerza parlamentaria con la ayuda de toda la izquierda y de partidos que se dicen cristianos, pero que no se engañen con la fuerza de nuestra razón y nuestra fe y la ayuda de Dios no lo van a conseguir. En ello estamos algunos.
Josep Xicot
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