Más de un centenar de trabajadores de handling de Iberia asaltaron las pistas del Aeropuerto de Barcelona el pasado mes de julio, provocando un colapso total en el aeródromo, con miles de tres pasajeros atrapados, al tiempo que pusieron en peligro la seguridad de los vuelos que se disponían a aterrizar en Barcelona.
El Ministerio de Fomento decidió que le culpable era la empresa, a quien abrió expediente, y los sindicatos advirtieron que no tolerarían sanciones.
Cinco meses después, Iberia ha decidido no hacer caso ni de Fomento ni de los sindicatos: ha sancionado, aunque sin despedir a nadie, por falta muy grave a 59 empleados. De ellos, 9 han sido sancionados con dos meses de suspensión de empleo y sueldo, una veintena con 1 mes y el resto con 15 días. Unas sanciones muy flojas para el daño causado, pero que parecen excesivas a los sindicatos.