Las telecos han llevado el caso a Europa ante lo que consideran un abuso.
Imagínense ustedes que entre todos los vecinos del bloque tuvieran que pagar un sueldo al presidente de la comunidad. En fin, si el hombre tiene que vivir de algo, y su cometido es tener el portal limpio, las cuentas al día y las macetas regadas, pues vale, qué se le va a hacer... se le paga y punto.
Ahora imagínense que el presidente de la comunidad lleva mejores trajes que ustedes, tiene un piso más grande y se va de vacaciones cada año a la Riviera Maya porque, de lo que le pagan, le sobra casi la mitad. Ah, y que parte de ello lo ha empleado en hacer inversiones financieras y de ahí ha sacado otro buen pellizco. Sería, cuando menos, pelín irritante, ¿no? ¿No se plantearían, acaso, si se le está pagando demasiado?
Pues este escenario, algo menos doméstico pero igual de chocante, es el que viven los operadores de telecomunicaciones y su regulador sectorial, la CMT. Resulta que la Comisión, presidida por Reinaldo Rodríguez, se abastece, cada año, de quitarles a los operadores a los que regula (y a veces, atribula) más del 1 por mil de sus ingresos brutos. Estamos hablando de un sector con buenos ingresos, con lo que la CMT se embolsa cada año casi 34 millones de euros.
Y hete aquí que mientras los operadores hacen encaje de bolillos con sus cuentas para mantener empleos, contentar a accionistas e inversores, pagar sus impuestos, mejorar sus servicios y todo ello sin desatender las inversiones, a su regulador le sale un superávit anual de, atención, 14 millones de euros. Y eso, después de haberse dedicado a invertir en productos financieros un buen porcentaje de ellos, y se ve que con buen
tino, porque esa actividad (que no puede estar más lejos del cometido de un organismo público, por cierto) les reporta 3,4 millones más.
Con razón Reinaldo sonreía tanto el otro día en la inauguración de su nueva sede de Barcelona, en la carísima y súper tecnológica zona de 22@. Más de 12.000 modernos y lujosos metros cuadrados que los operadores, con el sudor de sus cuentas, han subvencionado.
Las operadoras españolas llevan años litigando con diferentes instancias para que alguien reconozca que esta situación no es sostenible, como se dice ahora. El conflicto está en Luxemburgo, y puede tardar aún años en resolverse. ¡Con razón no hay forma de que se retire Reinaldo!
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com