La conversión de Francisco Reynés en primer ejecutivo, con categoría de consejero delegado viene gestándose desde hace más de un año, como lo anunciara Hispanidad. Hoy se hace efectivo su nombramiento como consejero delegado de Abertis. Salvador Alemany (66 años) cede el cargo de consejero delegado aunque no hay que perderse: mientras Alemany continúe de presidente de Abertis, que es criatura, nadie le discutirá el mando en plaza en absolutamente ningún apartado. No obstante, pasa a ocupar una Presidencia muy similar a la de su tocayo, Salvador Gabarró en Gas Natural. El sistema del histórico banquero Alfred Herrhaussen, para quien el presidente debe llevar las relaciones políticas (ahora llamadas institucionales), al equipo jurídico a la de imagen, ahora llamado comunicación.
Ahora cobra especial validez su posible entra en un Gobierno de CIU -elecciones en noviembre- con Artur Mas al frente. Él dice que es muy mayor, pero está en plena forma y le encanta la política.
En cualquier caso, lo que está claro es que los salvadores, que ahora mismo presiden las dos joyas de La Caixa, Gas Natural y Abertis, están llamados a cederle el testigo cuando venza el 2010. Ojo, eso no significa que Francisco Reynés y Rafael Villaseca accedan a la Presidencia. El modelo que le gusta en Caixa y que gusta a Isidro Fainé es el de un ejecutivo encargado del negocio y un presidente a lo Alfred Herrhausen, el histórico banquero de Deutsche Bank, asesinado por un grupo terrorista que marcó esa separación de poderes entre presidente y CEO.
Dicho de otra forma, lo más probable es que Alemany y Gabarró sean sustituidos por otros dos presidentes.
Por cierto, que esa revolución silenciosa en el entorno Caixa nada tiene que ver con la venta de una parte de su participación en Abertis por parte de ACS. Si Florentino no vende Abertis por comprar Iberdrolas es porque la bolsa está como está.
Eulogio López
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