Los periodistas entramos en el Teatro Nacional de Cataluña, al ritmo del La, la, la, de Massiel, que no por proceder de Serrat tiene menos simbología. Es la mejor imagen de Gas Natural y de todas las empresa del grupo industrial Caixa: el foro elegido para su Junta General de accionistas, celebrada a mediodía del jueves 8, es un Teatro Nacional catalán, pero para entrar en el aforo suene los acordes del La, la, la, orgullo del españolismo y hasta del franquismo, que obtuvo en Eurovisión su primera resonante victoria europea o así. Y luego, como guinda, en la rueda de prensa, el uso de catalán y español, sin traductor y, sobre todo, diciendo prácticamente lo mismo. Sí son catalanes, pero el negocio les exige ser universales. Hasta cuatro veces, repitieron el presidente Salvador Gabarró y el consejero delegado, Rafael Villaseca, la palabra España y los beneficios para España de la operación. El La, la, la convertido en el logotipo musical de GN lo dice todo.
Resultado. En 2006, primer trimestre, 508 millones de euros de Ebitda, un 29% más que durante el mismo periodo del año anterior, más un beneficio neto de 277 millones, lo que representan un crecimiento del 16%. Gas Natural no tiene por qué forzar el dividendo por la sencilla razón de que sus dos socios principales, Caixa y Repsol YPF son, de casa. Pero, en cualquier caso, dejando a un lado la OPA, lo de GN marcha por buen camino
Por cierto, a pesar del gran esfuerzo inversor en ciclo combinado, el negocio eléctrico sólo aportó 89 de los 508 millones de euros del ebitda total. Por el contrario, el negocio de intermediación de gas, lo que podríamos llamar gas al por mayor, aportó 80 millones de euros, por 331 (de los cuales 21 en España) de lo que es distribución de gas, es decir, en el negocio de particulares, el tradicional en la casa.
Villaseca insiste: el futuro de la electricidad está en el gas, en el ciclo combinado. Ya representa el 18% de la producción eléctrica, cuando en 2002 sólo estaba en el 5%. Además, España aún esta por gasificar. Ojo con los accidentes, que no sólo afectan al butano por cierto, ya saben que el Gas Natural no existe, es sólo una denominación comercial y muy inteligente, por cierto).
La conclusión última es evidente: Europa, no sólo España, está condenad al gas y a producir electricidad con gas: E.ON y Suez-Gaz de France son la muestra evidente de lo que está ocurriendo. Si los políticos quieren cambiar gas por energía nuclear, no podrán hacerlo en menos en una década.
Tercer mensaje: no existe un mercado eléctrico europeo. No hay interconexión y muchas diferencias de precios, ni los mismos impuestos ni lo mismos reguladores. Alemania, el país de E.ON, tiene la luz más cara después de Italia, a pesar de que los alemanes, utilizando la trampa del mercado mayorista, dicen justamente lo contrario.
Otro mensaje anti-E.ON: España es un paraíso para el gas natural licuado (Alemania no tiene ninguna plana de licuefacción). Y el gas licuado es la garantía del futuro, porque permite comprar gas en cualquier lugar del mundo a cualquier precio. El gasoducto del Magreb sólo trae un tercio, por dos tercios los barcos metaneros. Por cierto, cualquiera puede comprar un barco de gas e introducirlo en el mercado español.
Y esto nos lleva otra vez a E.ON. Los alemanes presumen de que ellos pueden asegurar el suministro de gas a España. Ahora bien, no hay gasoducto que llegue desde Alemania, mejor desde Rusia, hasta los Pirineos. Y en Alemania no hay planta de licuefacción, que según Villaseca es la clave del futuro. Es más, el consejero delegado de GN lo explica así cuando Hispanidad le pregunta por la inestabilidad política rusa y por los acuerdos entre Berlín y Moscú sobre suministr Alemania y Rusia tienen pactos políticos que no juzgaré, pero no son relevantes para el abastecimiento del mercado español. No se puede vehiculizar, y no existe en Alemania ninguna planta de licuefacción. Como abastecimiento es irrelevante para el suministro español, pero sí pude repercutir negativamente si se produce esa inestabilidad que usted predice. Es decir, que si las cosas van bien España no se beneficia del gas ruso, si van mal, sí puede perjudicarle.