Juan Iranzo, prestigioso economista, ha sido uno de los beneficiados de las llamadas Tarjetas B que tanta indignación ha causado en la opinión pública, en estos tiempos de grandes carencias y necesidades de los menos favorecidos.
Compareció en el programa "El Cascabel" de13 TV del que era asiduo invitado, para intentar, pienso yo, demostrar su inocencia o justificar su postura.
Durante el tiempo que se dedicó a este asunto, fueron interviniendo periodistas y políticos que arremetieron durísimamente contra el economista que intentaba explicar su postura, sin duda, nada positiva. Prácticamente lo machacaron sin misericordia. Al final me pareció un hombre tembloroso y deshecho.
Una de las invitadas, Mª Antonia Trujillo, exministra socialista, sorprendió a presentes y televidentes con sus sentidas palabras: "Me quiero ir a la cama esta noche tranquila con la sensación de no hacer leña del carbol caído, y me gustaría decirte, Juan, que te agradezco que hayas tenido la valentía de venir a este programa donde eres un habitual, a dar explicaciones, a argumentarlo y a defenderlo. Y además te deseo mucha suerte en el futuro, porque con independencia del resultado fiscal o penal, desgraciadamente estás condenado ya por la opinión pública."
Independientemente de la culpabilidad del acusado, el gesto de ponerse al lado del marginado, del que sufre, demuestra una gran capacidad de amor que debió aliviar, sin duda, el corazón de ese solitario del plató.
Mi admiración y mi apoyo para ese gesto inusual en el mundo en que vivimos.
Pepita Taboada Jaén