Satisfacción popular tras las casi 11 horas de declaración del ex presidente del Gobierno, José María Aznar, en la Comisión de investigación del 11-M. Para el diputado de UPN-PP, "Aznar ha puesto las cosas en su sitio y a todos en su sitio". En Intereconomía señala que "los votos no llevan exposición de motivos", pero defiende la tesis defendida por Aznar de la vinculación de la victoria electoral con los atentados.

Una tesis nueva porque, en una entrevista televisiva realizada a los pocos días de los atentados, Aznar no quiso entrar a vincular ambos acontecimientos. "Ninguno queríamos entonces deslegitimar los resultados electorales, pero hoy sabemos cosas. Sabemos, por ejemplo, que todos los autores materiales de los atentados estaban seguidos por la policía", señaló Del Burgo.

El diputado navarro se mostró especialmente satisfecho por la insistencia del diputado socialista, Álvaro Cuesta, para que Aznar tuviera un comportamiento democrático como el que tuvo George Bush en la comparecencia de la Comisión de investigación del 11-S. "La diferencia entre Bush y yo es que Bush tuvo a toda la nación detrás de él tras el 11-S", respondió un contundente Aznar.

Por lo demás, la oposición dio la impresión de no haberse trabajado la comparecencia. Repitieron las preguntas preparadas, no hubo preguntas realmente incisivas y Aznar tampoco aportó ningún dato nuevo. Eso sí, salvó su honor. Demostró que él no había mentido. Demostró que fueron otros los que sí mintieron. Pero no explicó por qué al Gobierno le engañaron con información falsa y por qué la oposición gozaba de mejor información. "Que se conozca la verdad", fue el grito del ex presidente. Curiosamente, el mismo que la izquierda española protagonizó en los días que mediaron entre el atentado y las elecciones.