El económico gratuito Negocio, por lo demás espléndido diario, que ha revolucionado el mundo del periodismo económico español, considera que Ben Bernanke, de la Reserva Federal es un "mal supervisor". La verdad es que la Reserva Federal no supervisa entidades y, al revés de lo que ocurre con el Banco de España, se conforma con decidir la política monetaria. Pero lo que me parece un error -muy ilustrativo acerca del análisis económico actual- son las siguientes palabras del editorial de Negocio, edición del jueves: "La economía estadounidense sigue tambaleándose. La inflación de diciembre es la más alta de los últimos 17 años y los resultados de JP Morgan y Wells Fargo caen casi un 40%. Las políticas monetarias de Bernanke no han ayudado a mejorar la salud de los bancos".

Este es el problema, problema de perspectiva. Ni bancos centrales ni autoridades monetarias, sin inspectores ni reguladores de la cantidad de dinero que se mueve por el mundo, nacieron para salvar bancos. Esa no es su función. Su función es servir al público, no solucionar, con el dinero de todos, las barrabasadas de un grupo de banqueros o gestores del dinero de los demás. Desde los años ochenta del pasado siglo, desde la gobernaduría de Mariano Rubio, rige la idea de que "la banca no puede quebrar", porque representa "el sistema de pagos del país". Semejante chuminada ha servido para que, verbigracia, los españoles, paguemos los desaguisados, cuando no robos, de unos ochenta bancos, el último, Banesto, quebrados durante el último cuarto del siglo XX.

En los años novena, con el imperio del capitalismo popular -que no por popular es menos capitalista-, y de los fondos de inversión -que no por inversores siguen siendo un fondo de concentración de capital ajeno en muy pocas manos-, el asunto es aún más grave, porque el mandamiento primero ha cambiado: ahora ya no es que la banca no pueda quebrar, es que los que no pueden quebrar son "los mercados financieros", supongo que porque las bolsas constituyen el sistema de pagos del universo inversor o ahorrador. Bancos y mercados financieros -ahora éstos mucho más que aquéllos- se han convertido en parásitos de la economía real.

Por tanto, el señor Bernanke tiene que preocuparse del conjunto de los ciudadanos y, en la medida de lo posible, proporcionarles un acceso fácil al dinero y al crédito: a los particulares y a las familias, no a los intermediarios financieros. Lo propio del Banco de España es proteger al cliente bancario frente a la entidad y obligar a ésta a tener fondos propuso suficientes para poder responder de los fondos ajenos que se le confían.

Bernanke no es el culpable de que el Citi, JP Morgan, o Wells Fargo reduzcan sus beneficiosos o entren en pérdidas. Son los bancos estatales, los auditores y las agencias de ‘rating' quienes deberían haber dado la voz de alarma y, una vez más, se ha visto que, al menos los dos últimos, no han servido para nada. Simplemente, ocurre que, tanto bancos supervisores como auditores, han aceptado el sistema especulativo, en el que sobre un pequeño activo real se monta una burbuja especulativa para beneficio, no del pueblo -¿Se acuerdan de ese término?- es decir, no en pro del bien común, sino de la cadena de intermediarios comisionistas, en la que se han convertido los ilustrísimos mercados financieros.

Ahora vamos con la inflación: afortunadamente, la Reserva Federal no es como el Banco Central Europeo: no sólo combate la inflación, sino también el paro. Es decir, se emplea como arma para fomentar el crecimiento económico. Ciertamente no puede ser la única arma, pero al antecesor de Bernanke, Alan Greenspan, le salió bien. Lo que Bernanke está haciendo ahora es intentar -con su arma- que la economía estadounidense no entre en recesión. Por eso no duda en bajar tipos, como no dudaron en subirlos cuando el peligro no era el PIB sino el IPC. La inflación de diciembre es la más alta en 17 años en USA, acusa Negocio. Y eso es malo, my cierto, pero aún más malo es el desempleo. Estados Unidos se rasgaba las vestiduras al cerrar ejercicio con un 5% de paro, es decir, un paro técnico. El momento en el que mejor ha Estado Europa hablamos del 7%, España del 8%, y ahora ya nos hemos dado la vuelta y caminemos de nuevo hacia arriba, hacia el 9%. Pues bien, el Banco Central Europeo insiste en que lo bueno sería subir tipos para controlar la inflación, que ronda el 3% en Europa.

Dicen que lo hacen por los más débiles, al los que más afecta la subida de precios. Muy cierto, pero, a los más débiles, hay algo que les preocupa mucho más: quedarse sin empleo. Y ya conocen la verdadera diferencia entre crisis económica y recesión. Crisis es que tu vecino se ha quedo sin trabajo; recesión es que te has quedado tú.

Lo de Negocio, tan habitual, recuerda el viejo chiste de Forges, donde aparece un policía municipal poniendo una multa a un conductor:

-¡Jodó con estos guindillas, parece que sólo están para poner multas!

A lo que el guardia responde:

-No, si te parece, estamos para servir al público.

Pues eso: supervisores y reguladores monetarios están para servir al público, no para proteger a banqueros y brokers de su propia codicia o de su propia negligencia.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com