El consejero de PRISA será presidente de Nokia, mientras presiona a Francisco Ros para que Alierta trague la píldora amarga
El consejero y directivo de PRISA, Ignacio Santillana, colecciona un nuevo cargo: ahora será presidente de Nokia España, pues al alicaído fabricante de móviles le interesa alguien que abra puertas en nuestro país, y esa es la especialidad de Santillana.
Su despacho en Gran Vía 32 linda con el de Ignacio Polanco y, aunque Juan Luis Cebrián pretenda ser la salsa de todos los platos, es Santillana quien realiza las gestiones más delicadas. Por ejemplo, ahora está empeñado en que César Alierta compre Digital y les saquea PRISA del problema de su deuda -contablemente, el grupo Polanco debería haberse planteado ya el concurso de acreedores-. Alierta se resiste, y Santillana no duda en utilizar todos sus contactos políticos, en concreto el de sus dos mejores amigos: Francisco Ros, secretario de Estado de Telecomunicaciones, y de Javier Monzón, el hombre de Indra. Tampoco descuida el trato con Javier Gómez Navarro, presidente del Consejo Superior de Cámara de Comercio, quien que con su amigo Javier de Paz, consejero ejecutivo de Telefónica, forman el tándem más querido por ZP (sólo habría que añadir al hotelero 'privado' Antonio Catalán para resumir el tridente empresarial de ZP).
Todos ellos, con Santillana a la cabeza, para convencer a Alierta de que libre a PRISA del desastre.
Y lo que dicen en Telefónica: ¿Para qué queremos nosotros Digital ?