El fenómeno consiste en que todas las instancias, tanto públicas como privadas, deben echar el resto para que La Sexta y el Público se hagan un hueco. En otras palabras, para que ZP tenga su multimedia, porque PRISA-Sogecable es el multimedia del antiguo socialismo, del felipismo.
Mojones de este camino: en 2006 La Sexta se juega su lanzamiento con el Mundial de Fútbol Alemania 2006. Por supuesto, RTVE ya se ha quedado fuera, y el Gobierno, con llamadas directas de Rodríguez Zapatero y de la vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega exigen a Telefónica que deje contentos tanto a PRISA como a La Sexta. Bueno, una pequeña precisión: mientras ZP aboga por sus amigos, por La Sexta, la vicepresidenta lo hace por Polanco y Cebrián. Al final, se llega a una solución salomónica, pero La Sexta retransmite más partidos.
En agosto de 2006, el Institut Català de Finances (ICF), brazo inversor de la Generalitat llama a rebato a los bancos amigos. Santander, Banesto, Royal Bank of Scotland (socio del Santander), La Caixa y el Espirito Santo, que pasaba por allí, conceden un crédito de 125 millones de euros para compra de eventos deportivos a Imagina (formada por la Globomedia de Emilio Aragón y José Miguel Contreras, y por la Mediapro de Jaume Roures y Tacho Benet). Es lícito preguntarse con qué activos se avaló dicho crédito.
El resto del dinero, claro está, para el costosísimo lanzamiento de La Sexta lo aportó Televisa, dispuesta entonces a pagar lo que fuera con tal de entrar en España (ahora no pagaría ni un céntimo de euro, porque se ha cansado de que le tomen el pelo). Hispanidad dio cuenta de la nota enviada por los mexicanos a la SEC neoyorquina, dado que cotizan en Wall Street. Hispanidad proporcionó las cifras en su momento.
Más favores de Moncloa al multimedia de ZP. Mediapro, a pesar de ser competencia directa, no deja de vender sus programas a todas las televisiones, públicas y privadas, pero, sobre todo, qué cosas a la estatal Radio Televisión Española.
El apoyo financiero al multimedia también llega de otras entidades como Citigroup, cuya gran expansión pendiente en Europa va España, y Caixa Catalunya, dirigida por el ex vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra.
Empresarios hay a los que el precitado Tacho Benet fueron a ver para explicarles que estaban en negocio de riesgo y que, claro, en esas circunstancias, no podía seguir siendo el empresario del PP. No sería Abelló quien entorpeciera tan progresista labor, por lo que aportó al invento unos 240 millones de euros, lo que le convierten, al amiguísimo de Aznar, en el propietario del 20% de Imagina.
Otro apoyo: Abertis, a través de Oberon, compañía participada por Orange y Mediapro. Naturalmente, la mayoría del capital no es de Mediapro (apenas un 17%, pues a Jaume Roures y Tacho Benet les gusta, ante todo, comprar con dinero de los demás y retrasar el pago de factura -en esto son verdaderos especialistas- lo más posible, incluido más allá del vencimiento.
Hablamos del dinero de los demás, porque el propio es otra cosa. Los hombres de Público viven a cuerpo de rey. En Barcelona se hizo famosa la fiesta de cumpleaños -cincuenta abriles. De don Tacho, pero aún más famosa es su "torre" en la Cala de San Tuna, en el municipio de Begur.
Por tanto, La Sexta y Público son el multimedia de ZP pero no nos olvidemos que tiene otra pata: la Generalitat, el PSC. Los socialistas catalanes apoyan con entusiasmo un grupo tan radicado en Madrid como en Barcelona. Ahora bien, sería un error pensar que el ideólogo, el estratega, de multimedia ZP son los catalanes Jaume Roures y Tacho Benet o el madrileño José Miguel Contreras (para Milikito queda el papel de cara amable y social del Grupo). No, el que de verdad maneja los hilos, al menos los ideológicos que son los que a la postre importan, es Miguel Barroso, que desde la Casa de América sigue siendo el ideólogo del PSOE toda vez que expulsó de este cargo no codificado a su adversario, Alfredo Pérez Rubalcaba, que últimamente no se entera de nada.
Si no lo creen, pregúntenle a Cebrián. O a Felipe González.