En la puerta, sus guardaespaldas alertaban a los municipales sobre los coches en doble fila
Sin duda el domingo 29 fue un día tenso para el mundo político y económico. Zapatero convocó un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar la intervención de Caja Castilla La Mancha. Horas antes, en el lujoso restaurante La Máquina, a las puertas de la urbanización VIP de La Moraleja, una de las ministras que iban a participar en el Consejo se ponía tibia de camarones.
Mientras Cristina Garmendia cogía fuerzas para la reunión, sus guardaespaldas, apostados en la entrada del restaurante, llamaban a los municipales para alertarles de la colocación de coches en doble fila. A la ministra Porsche, así llamada por conducir el modelo Cayenne de la marca alemana, no le altera ni la crisis ni la intervención de una caja de ahorros.