Comenzaría con la compra de un 10% de Iberdrola por parte de la petrolera. Si Brufau no acepta habría que recurrir fondos de capital-riesgo. Entre los cuatro, alcanzarían un 42%. En julio entraría en vigor la enmienda Florentino de eliminación de blindajes. Y lo peor es que Sebastián apoya la moción. Problema de competencia con GNF

En los ratos que le deja libre la labor de recuperación anímica del Real Madrid para la próxima temporada, el presidente de ACS, Florentino Pérez, prepara la gran operación, que no se sabe si consiste en hacerse con Iberdrola o en echar a su presidente, Ignacio Galán. Mejor, en ambas cosas a la vez. Como dijo Financial Times, Pérez es un 'killer'.

 


Semiperdida la batalla jurídica y la posibilidad de repetir la operación Endesa, o alianza con una eléctrica extranjera, Florentino ha decidido que lo mejor no es seguir comprando Iberdrola sino aliarse con los propios accionistas y convidar al banquete a Repsol, aprovechando el buen estado de liquidez y de bajo apalancamiento de la sociedad que preside Brufau.

Fuentes de ACS aseguran a Hispanidad que el plan consiste en alcanzar el 42% del capital de Iberdrola, producto de la suma de las participaciones de la propia ACS (19%), BBK (7%), Bankia (6%) y que Repsol entre en Iberdrola con la compra de un 10% de Iberdrola (a precio de bolsa, eso supone 3.300 millones de euros que no es cosa de broma). Encima, el 1 de julio entra en vigor la conocida "enmienda Florentino", o supresión de blindajes estatutarios.

Antes de nada, Florentino ha consultado con el ministro Miguel Sebastián, quien ha dado la respuesta que esperaba el presidente de ACS: el Gobierno no entra en operaciones privadas.

Pues debería, porque conviene recordar que Repsol posee el 30% de Gas Natural Fenosa, competencia de Iberdrola, pero Florentino pretende que Repsol no permanezca indefinidamente en la eléctrica, y la eléctrica posee activos que podrían gustar en Repsol.

Eso sí, a lo mejor, a Luis del Rivero no le gusta que Repsol entre por esa vía. En cualquier caso, los socios de Florentino aseguran que Pérez ha convencido a Brufau para que se muestre receptivo.

Es cierto que las relaciones entre Brufau y Galán son manifiestamente mejorables pero también lo es que, aunque Antonio Brufau se opuso a la enmienda durante su tramitación parlamentaria, a él nadie puede acusarle de no haber introducido en el Consejo de Administración a los representantes de Sacyr e incluso haberles cedido una Vicepresidencia, en la persona del propio Luis del Rivero.

Luego queda la BBK, es decir, el PNV, que jugará, como siempre a "quien plante en nuestro jardín", es decir, las inversiones de Iberdrola en Euskadi. Finalmente, Bankia. José Luis Olivas siempre ha apoyado a Galán, pero ahora quien manda es Rodrigo Rato.

Es el órdago de Pérez, cansado de fracasar en su salto a Iberdrola. Y es, naturalmente, otra lucha cainita entre inversores españoles de las que, sin duda, a largo plazo, podría beneficiarse cualquiera... mientras no sea español. Y no hablamos de una empresa en crisis, ni mucho menos.

Además, el tiempo corre para ACS, agobiada por su elevada deuda, sobre todo, a su inversión hostil en Iberdrola. Y su fracaso en la operación de venta de ACS Renovables le fuerza a jugar fuerte. No olvidemos que continúa ofreciendo una fuerte, y apalancada minusvalía en Iberdrola que no puede mantener por mucho tiempo más.


Eulogio López

eulogio@hispanidad.com