La vicepresidenta quiere convertir a la presidenta de Banesto en la empresaria del régimen
No es que a la familia Botín le desagrade que el Gobierno le otorgue su confianza, y esto sea el Gobierno de izquierdas o de derechas, pero tampoco hay que pasarse. Por ejemplo, la presidenta de Banesto, Ana Patricia Botín, confiesa a sus próximos sentirse agobiada por los constantes requerimientos de la vicepresidenta Fernández de la Vega, para quien una mujer empresaria y triunfadora supone un excelente reclamo y una inmejorable promoción para su feminismo militante.
A pesar de que ana patricia se mostró contraria a la Ley de Igualdad, Fernández de la Vega no ha dejado de llamarla para participar en todo tipo de presentaciones públicas, así como para que le abra fuentes de financiación en el Grupo Santander y en otros consorcios empresariales. Sólo que Ana Patricia comienza a verse agobiada por tanta solicitud y porque no está dispuesta a pasar por la empresaria feminista. Es más, la primogénita de los Botín insiste en que no cree en las cuotas, y sí en los méritos de la mujer para ascender en el mundo político y empresarial.