Sr. Director:
Dice Benedicto XVI que hoy "toda referencia al Cristianismo es excluida de la vida pública".

¿Nos extraña? Lo predijo el Corazón de  Jesús  a la Madre Rafols, catalana presente en Zaragoza durante la Guerra de la Independencia. La fundadora de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, cuenta sobre esas revelaciones:  "Me hicieron ver y sentir muy apenados -Jesús y María- que hasta en su querida España se cebaría, y con más furia que en otras naciones, el espíritu del mal, trabajando sin descanso para  borrar la fe cristiana en todos sus habitantes, y de manera especial querrán con gran empeño quitar, y quitarán de la vista de sus hijos pequeñuelos, tan amados de su Corazón, su Imagen y prohibirán que se les enseñe su doctrina divina(todo con el fin infernal de que no le conozcan" (19 de abril de 1815).

¿No nos recuerda esa actitud, la de madrastras  sinvergüenzas que esconden o queman las fotos del padre o la madre, a los hijos de su cónyuge? He conocido algunos casos, y soy testigo de la retirada, de modo sibilino,  del Crucifijo del aula.

Para nuestro consuelo, Jesús también dijo a la Madre Rafols: "Por más medios y maquinaciones que mis hijos desgraciados inventen para quitar la fe de España, no lo conseguirán…, y por amor a las almas justas, puras y castas que en España siempre habrá, Yo Reinaré hasta el fin de los tiempos en ella de una manera singular, y mi imagen será venerada hasta por las calles y plazas".

Más: "Y cuando las calamidades sean tan grandes y públicas, y la Fe esté en peligro de languidecer, deben rezar el Santo Rosario hasta por las calles (…). El Rosario es "arma poderosa". Hoy no faltan quienes en la calle o en el autobús, van rezando el Rosario.

Antes habría sido ostentación vanidosa; hoy, ¿no es testimonio, fina caridad y sabio aprovechamiento del tiempo?

Josefa Romo

josefaromo@gmail.com