Sr. Director:
Dice Benedicto XVI que hoy "toda referencia al Cristianismo es excluida de la vida pública".
¿No nos recuerda esa actitud, la de madrastras sinvergüenzas que esconden o queman las fotos del padre o la madre, a los hijos de su cónyuge? He conocido algunos casos, y soy testigo de la retirada, de modo sibilino, del Crucifijo del aula.
Para nuestro consuelo, Jesús también dijo a la Madre Rafols: "Por más medios y maquinaciones que mis hijos desgraciados inventen para quitar la fe de España, no lo conseguirán…, y por amor a las almas justas, puras y castas que en España siempre habrá, Yo Reinaré hasta el fin de los tiempos en ella de una manera singular, y mi imagen será venerada hasta por las calles y plazas".
Más: "Y cuando las calamidades sean tan grandes y públicas, y la Fe esté en peligro de languidecer, deben rezar el Santo Rosario hasta por las calles (…). El Rosario es "arma poderosa". Hoy no faltan quienes en la calle o en el autobús, van rezando el Rosario.
Antes habría sido ostentación vanidosa; hoy, ¿no es testimonio, fina caridad y sabio aprovechamiento del tiempo?
Josefa Romo
josefaromo@gmail.com