Si será liberal la derecha española que la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, se ha adelantado a todos los socialistas en una materia prioritaria: antes de que termine la legislatura, el Gobierno de Madrid dedicará una parte del dinero de todos los españoles a pagar las operaciones de cambio de sexo de los transexuales, un colectivo que, tras la aprobación del matrimonio gay por Zapatero, estaba de lo más abandonado por los poderes públicos.
El diario La Razón que ha ofrecido la exclusiva este magno acontecimiento, ha saludado con alborozo la iniciativa verdadera prioridad del sistema sanitario español, pues se trata de dar una respuesta a las necesidades de este colectivo-. El cronista del diario de Planeta, recuerda que con Aguirre se adelanta al mismísimo Zapatero, dado que el Ejecutivo que preside ZP aprobaba este viernes el proyecto de Ley de identidad de Género, por el que todo español residente en esta democracia avanzada, podrá decidir si corta o añade algo a su anatomía, pero, ahí radica la crucial diferencia, Aguirre paga los gastos de la operación, lo que animará a muchas almas doloridas por incompatibilidad con su propio sexo, mientras que Zapatero no. Además, Aguirre La Razón dixit- se pone a la vanguardia de su propio partido.
Entusiasmado por la decisión, La Razón realiza el siguiente, pertinente y profundo análisis: Aguirre tapa las bocas de la oposición cuando la pintan como una mujer profundamente conservadora. La presidenta nunca ha ocultado su posición en determinados temas de tinte social, sobre todo los que tiene que ver con el reconocimiento de derechos, incluso a veces aunque en el propio PP no se defiendan las mismas posturas. Como se llaman a sí mismos los conservadores progresistas del PP, en definición que se debe al humus del diputado José María Lasalle, Esperanza Aguirre es ya la líder del PP de alma laica.
Un paso más en el camino hacia la derecha moderna, de tintes inequívocamente progresistas. Aguirre ya lanzó, con dinero público el más atractivo plan de reparto de condones entre los madrileños, gratuitos, por supuesto, con toda una gama para relaciones hetero y homo, estos mucho más resistentes y con olor a fresa, plátano, etc.
No sólo eso, la sin par Esperanza, en la que tantos progresistas del PP tienen puestas sus esperanzas, contradice al mismísimo alcalde Gallardón y se muestra partidaria de legalizar la prostitución. Está claro que Mariano Rajoy ha topado con una gran competidora para el futuro.