Para algunos, la postura cristiana por la familia natural constituye una provocación
Los datos los tiene HazteOir. En la tolerante Ámsterdam, al parecer, no se puede celebrar un Congreso Mundial de las Familias salvo que hablemos de los 300 tipos de familia porque como recordaba el socializa Enrique Barón, hay cosas que se pueden decir y hay cosas que no se pueden decir.
Se ha creado un caldo de cultivo en el que es la progresía quien decide qué se puede decir y qué no. Declaraciones como la del presidente norteamericano Barack Obama, aduciendo, en vísperas de su visita al Papa, que la Iglesia injuriaba con su actitud a los homosexuales. Es decir, cosas que se pueden decir y cosas que no se pueden decir. Y quienes deciden qué se puede decir y qué no se puede decir. Gente como Barón u Obama. Gente ecuánime y muy tolerante.