Fuentes oficiales al más alto nivel de la petrolera Cepsa aseguran que en dos o tres meses, sin esperar al laudo, la petrolera francesa Total y el Banco Santander de Emilio Botín llegarán a un acuerdo sobre Cepsa. Dicho acuerdo pasa por que Total (que posee el 45% de Cepsa) renuncie a lanzar una OPA y el Santander venda parte, aunque no todo, de su 32%. Finalmente, Total tomaría el control de Cepsa.
España perdería su segunda petrolera y el Gobierno Zapatero demostraría que continúa la política Rato : proteger la españolidad de empresas estratégicas, pero una por sector. Es decir, el Ejecutivo está dispuesto a proteger la españolidad de Repsol YPF, pero no la de Cepsa. Y esto ocurre cuando la segunda petrolera en España esta alcanzando una dimensión internacional, especialmente por sus yacimientos en el Sahara argelino.
En 2004 Cepsa obtuvo 650 millones de euros de beneficio. Es decir, en un lustro ha multiplicado por dos su excedente, además de mantener un fortísimo ritmo inversor. Y lo ha hecho sin recurrir a reducción de plantilla alguna. A 31 de diciembre de 2004 Cepsa contaba con una plantilla de 10.534 trabajadores en plantilla y había contratado a 235 durante el ejercicio.
Por otra parte, el presidente de Cepsa, Carlos Pérez de Bricio, insiste en que España tiene un grave problema de falta de gasóleo : nos sobra capacidad para producir gasolina y nos falta para producir gasóleo, a pesar de que los precios de éste en el mercado superan a los de la gasolina. Todo por la subvención fiscal al gasóleo, que el Gobierno se niega a tocar.
De Bricio opina que el precio del crudo se mantendrá en la vertiginosa horquilla de entre 40 y 50 dólares el barril.
Y más cuestiones. El presidente de Cepsa insiste en que España negoció mal el Protocolo de Kyoto. Reconoce que ahora mismo en Cepsa trabajan al límite en la emisión de gases contaminantes. Y ha sido Kyoto lo que ha dado carta de naturaleza al gas como combustible productor de energía eléctrica. Pues bien, en Cepsa consideran que el suministro del gas a español no puede llegar, al menos no sólo, por el actual gaseoducto del Magreb, e instan a acelerar el segundo gaseoducto, Medgaz, tubo submarino que llegará de Argelia a la península, sin pasar por Marruecos, en 2008.
Un último detalle sobre las estaciones de servicio : un tercio de los ingresos de las gasolineras no procede ya de la expendeduría de combustibles.