Sr. Director:
Siempre me había llamado la atención su capacidad de análisis, pero la mañana del 11-M me convencí de que era mi gurú. Hoy vuelve a diseccionar el tema con maestría. Pero quizás por mi deformación profesional me gustaría precisarle unas cuestiones.
La democracia no sólo consiste en la intervención del pueblo, pues entonces no se distinguiría de la demagogia. La democracia tiene un plus, es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, pero en un sistema con poderes limitados en el tiempo y su forma de ejercicio, con contrapesos y equilibrios institucionales. No hay peor tirano que el pueblo, así lo recoge la historia.
El segundo comentario que le hago, y que usted vislumbra pero no relaciona, es que todos los estamentos relacionados con el poder que cita (clase política, los banqueros o los grandes multimedia) están corrompidos. Mi tesis es que es una natural consecuencia de un Régimen político como el de la Transición, que nació con los políticos diciendo una cosa por la mañana y por la tarde haciendo justo lo contrario. Nada bueno puede surgir de algo así.
Miguel de Iturbide
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