Sr. Director:

El vino es cosa admirablemente apropiada al hombre, tanto en el estado de salud como en el de enfermedad, si se le administra oportunamente y con justa medida, según la constitución individual. Hipócrates. (460/370 A.C.)

Ya en aquellos lejanos tiempos Hipócrates era consciente del peligro del abuso del vino. Todas las drogas son malas si se abusa de ellas, sin embargo varias de ellas tienen un uso terapéutico con lo que las convierte en buenas, es pues su abuso lo que las convierte en peligrosas tanto si son legales como ilegales.

El vino contiene alcohol y el alcohol es la quinta droga en peligrosidad y tiene dependencia física muy fuerte, dependencia psíquica muy fuerte y neurotoxicidad, toxicidad y peligrosidad social fuerte, no se puede pues banalizar el consumo y la publicidad y promoción del vino como si solo fuera solo bueno para la salud, que parece que lo es pero consumido muy moderadamente. A la vista de estos parámetros no se puede decir que el vino no es droga y que no es pernicioso para la salud física y psiquica del individuo si se abusa de el.

Contrariamente a lo que dicen defensores del vino en España hay muchos alcohólicos por ingestión abusiva de vino. En los botellones se utilizan briks de vino de mesa, que es el más barato, en los ambientes rurales y el los barrios de poco poder económico de las ciudades es frecuente el alcoholismo motivado por la bebida de vino de mesa. También dicen que en los botellones casi no se consume vino sino bebidas alcohólicas de alta graduación y la realidad es que la cerveza y el calimoxo (mezcla de tinto con coca-cola) son las bebidas más frecuentes en ellos.

Debido a que nuestra tierra produce gran cantidad de caldos de todas las calidades se ha creado con el tiempo una cultura del vino que en muchos aspectos es totalmente equivoca y perniciosa. En Cataluña, sobre todo en los pueblos, era y es costumbre dar a los adolescentes pan con vino y azúcar y en las fiestas y aniversarios no falta quien hace probar el cava a los niños, y para más inri todos ríen la gracia.

Se tiene indudablemente que vigilar la publicidad y promoción del vino para que los adolescentes, que aún no tienen la personalidad y la mente suficientemente maduras, no caigan en el consumo por culpa de una publicidad engañosa, que bajo el paraguas de que es bueno para la salud, los atraiga hacia un consumo abusivo que les lleve al alcoholismo.

Indudablemente, bajo estas premisas, el vino por su contenido y efectos debe de contemplarse en la futura ley del alcohol, no debemos olvidar que el alcohol es mucho mas peligroso que el tabaco y sobre este se ha creado una ley que ya está en vigor.

De momento la ley del alcohol esta paralizada porque desgraciadamente hay demasiados intereses económicos en la elaboración y producción del vino y, como en casi todo, es muy difícil enfrentarse al poder del dinero.

Se desprende de todo ello que la sociedad toda tiene que reciclarse en la idea que tiene formada del vino considerando sus ventajas y sus perjuicios y no perdiendo nunca de vista que contiene una de las drogas más peligrosas de todas que puede ser la causa principal de caer en el alcoholismo.

No obstante a todo lo manifestado creo sinceramente que, a la larga, las prohibiciones no son efectivas y consiguen el efecto opuesto al deseado y que la verdadera solución está en la educación y formación para la recuperación en la juventud en el ejercicio de los valores morales, que tristemente han perdido, y de los que tan pocos ejemplos se dan en la actualidad.

Juan Manuel Riera

riecas@terra.es