Aseguran que sus competidores franceses pagan menos de la mitad a las eléctricas

A mediodía del miércoles se celebraba en Madrid la clausura anual de la patronal siderúrgica UNESID, que preside Gonzalo Urquijo, director general de Arcelor. Como es tradición, el Gobierno estaba representado, aunque esta vez Miguel Sebastián se negó a acudir y envió en su lugar a la secretaria general de Industria, Teresa Santero, esposa del secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. Como todos los presentes han sido educados en colegio de pago, ni una palabra más alta que la otra, pero la verdad es que el cabreo en el Gobierno, y en concreto en el ministerio de Industria, con las empresas del sector es grande. En pocas palabras, Urquijo ha amenazado al Gobierno con cerrar plantas. E incluso con poner en la calle a miles de obreros si no les baja el precio de la luz, materia básica del negocio.

Aseguran en UNESID que los franceses cobran menos de la mitad por la energía que vender a las acerías, entre otras cosa debido a su origen nuclear. Es más, París no hace públicos los contratos con grandes consumidores. Solución. Amenazan con cerrar factorías en España y llevarlas a Francia.