Oficialmente dicen que no corre prisa, pero lo cierto es que Emilio Botín ha dado orden de vender todas las participaciones industriales cuanto antes mejor. Oficialmente, los hombres del Santander afirman que aún poseen 4.200 millones de euros en plusvalías latentes en participaciones industriales, aunque esa cifra tiene trampa. Tengamos en cuenta que en ella se incluyen los casi 1.000 millones de euros en plusvalías en San Paolo, el gran banco italiano, controlado por un pacto de accionistas que vence dentro de doce meses. El San Palo IMI no es una participación industrial sino bancaria, y eso sí que no se vende. Botín está viviendo su etapa final como bancario puro, intentando convertirse en el primer banquero del mundo, y siempre le ha encantado la operación San Paolo, mucho más que el Abbey.
Sin embargo, quedan joyas de la corona por vender: 1.300 millones de plusvalías latentes representa la petrolera Cepsa, donde el Santander no consigue, tras el laudo arbitral de La Haya, quebrar la voluntad de los franceses de Total y colocarle Cepsa a Florentino. Y saben: Total sólo admite dejar Cepsa si le permiten entrar en Repsol YPF, y no parece que ni el Gobierno español ni La Caixa estén por la labor.
Respecto al 10% de Antena-3 TV (300 millones de plusvalías para Botín) el asunto está muy claro : se venderá a Planeta cuando desee José Manuel Lara. Lara y Botín son más que amigos: son hermanos de sangre en los negocios.
Por lo demás los resultados del Santander durante el primer trimestre del ejercicio han sido muy buenos. Se ha reducido la morosidad, Iberoamérica se ha convertido en una máquina de hacer dinero y los cocientes de rentabilidad se disparan. El beneficio bruto del Santander se levó a 22.584 millones de euros, un 35% más que durante el mismo periodo del año anterior.
El Santander sigue siendo un banco caro, donde los ingresos por comisiones representan ya el 60% del margen de intermediación.
El británico Abbey se está introduciéndose en la maquinaria Santander, aunque a costa de una onerosa factura social: al final, se aproxima a los 5.000 (20% de la plantilla) el número de trabajadores que se irán a la calle al finalizar la remodelación. Este trimestre ya se han marchado 600 y en el transcurso de 2006 superarán los 2.000. Por lo demás, todo está en orden: los banqueros se quejan de que llega una etapa de tipos altos, por tanto, peligroso : la verdad es que los bancos ganan dinero con los tipos altos, no con los bajos.