Es como si el secuestrador llamará prepotente al secuestrado porque este no muestra una risueña sonrisa ante el panorama de ser liberado previo pago del rescate.
Vamos a ver si nos entendemos: la banca española, como la de cualquier otro país, no debe ser rescatada ni con dinero de los españoles ni con dinero de los europeos. Si Bankia necesita 23.000 millones -es mentira pero dejémoslo así-, lo que hay que hacer es pagar a sus depositantes y liquidar la entidad. Ahora bien, aún cuando entremos en la lógica del rescate, lo cierto es que la banca europea es la que ha sido salvada por con fondos públicos y lo cierto es que el problema conexo, y mucho más grave, de la deuda soberana española, ha sido propiciado por la arrogancia alemana, que con más deuda pública que tiene la facultad de financiarse a precios de risa.
Y en el entretanto, resulta que Mariano Rajoy está dispuesto a cederle a Europa no sólo soberanía fiscal sino también la inspección bancaria. Que desde Europa nos digan qué impuestos debemos cobrar y en qué debemos gastar el dinero público español. Pero hombre, Mariano, ¿dónde vas? ¿No te das cuenta de que con la entrada en el euro ya homologamos precios, pero no salarios, y que no puedes pedirle por igual impuestos fiscales a quien, como el español, cobra la mitad que el alemán?
Eulogio López
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