Rubalcaba es un monstruo de la batalla parlamentaria. Los populares afirman en secreto que ya les gustaría a ellos que estuviera en su bando. Pero esta vez ha chocado con el criterio y la firmeza de las organizaciones convocantes de la manifestación por la libertad educativa del pasado 12 de noviembre. En la reunión celebrada el pasado jueves, el Presidente del Gobierno les dijo que el tiempo no sería un problema para alcanzar un acuerdo.

El presidente de la CONCAPA, Luis Carbonel, tomó nota y le pidió un gesto : Ya sabe que somos muy desconfiados, y nos gustaría tener un signo de que su gesto de negociación va en serio. En concreto le pidió que se estudiaran las 96 enmiendas presentadas por las organizaciones convocantes y que se volvieran a sentar en la mesa después de ese estudio.

La sorpresa se produjo al día siguiente cuando se encuentran en los contestadores automáticos una convocatoria para negociar esa misma tarde. Todos acordaron que no asistirían. Entendieron que era una estrategia para ganarse la ansiada fotografía antes de que el martes se reanudaran los trabajos de la comisión parlamentaria. Nos han prometido que se paralizaría el trámite y queremos comprobar que va en serio; sino es así, saldremos a decir que se nos ha tomado el pelo, afirmó Carbonel en el Congreso de Católicos y Vida pública celebrado el pasado fin de semana.

Pero el acoso siguió. Durante la tarde del viernes y la mañana del sábado, tanto el portavoz de Educación del PSOE como el mismo Rubalcaba han mantenido contactos con las distintas asociaciones convocantes tratando de dividirlas. Fulanito ya ha dicho que sí, a ver si tu te vas a quedar descolgado. Se volvieron a equivocar, porque la unidad de acción está asegurada. No vamos a caer en esa trampa; vamos a esperar hasta el martes y si se rechazan enmiendas que nosotros hemos presentado, saldremos a los medios a decir que se nos ha tomado el pelo, señala a Hispanidad la presidenta de CECE, Isabel Bazo.

El divide y vencerás, funciona muy bien. Pero esta vez ha encendido los ánimos de las asociaciones convocantes a la manifestación anti-LOE que ya advirtieron su escepticismo sobre la verdadera voluntad de diálogo del Presidente de Gobierno. Señor Zapatero, con la sociedad civil, no se juega.