El Partido Popular emitía en la noche del miércoles la siguiente nota. El argumento está bien cogido porque, efectivamente, el PIB crece gracias al crecimiento de la población, y la población crece gracias a la inmigración (que no de las españolas, dado que se niegan a tener hijos). Ergo, los inmigrantes, tal y como concluye el Informe de Presidencia del Gobierno, el último realizado por Miguel Sebastián, aportan mucho y bueno a la economía. En lo que sí acierta Arias Cañete, el ex ministro y actual portavoz de economía del Partido Popular, es que ha disminuido la velocidad con la que camina la economía española hacia la convergencia con Europa. En otras palabras, que la renta per capita y el PIB per capita de los españoles no lograrán alcanzar a Europa en 2010 sino en 2015.
Dicho de otra forma: España es un país de salarios bajos y vivienda cara. Esto es, la economía española marcha mejor que las economías de los particulares y las familias españolas. Con una precisión: los inmigrantes, a pesar de su mayor preparación, cobran menos que los nativos, por eso la renta per capita total tiende a bajar, o al menos a no subir al ritmo necesario. Pero eso es cuestión de tiempo.