Es un paripé entre Zapatero y ETA, una farsa que lleva meses gestándose. Presuntas cesiones de los terroristas frente a presunta firmeza del Ejecutivo, personificada en Rubalcaba. Para entender el marco general, hay que recordar que los felipistas, cuyo candidato es Rubalcaba, pero también puede ser Javier Solana, pretendían que ZP dimitiera ya mismo, en cuanto presentara la reforma de las pensiones con el fin de tener un año entero para darle la vuelta a las encuestas, favorables al PP.
Pero, conseguido el aplauso de Angela Merkel, ZP no está dispuesto a dimitir e incluso sueña con la posibilidad de ser reelegido. La economía española continúa en el abismo pero su imagen -que es lo único que le importa- ha mejorado mucho y ahora, si lograra pasar a la historia como el pacificador de Euskadi, no sólo no se retiraría tarde sino que incluso lucharía por presentarse otra vez. Como en la misma mañana del lunes 7 le recordara Felipe González, si no dimite ahora no quedará tiempo para su sucesor.
Batasuna tiene desafíos muy serios por delante para cumplir la ley.
Pero volvamos a ETA. Al final, se trata de que pueda presentarse a las municipales del próximo 22 de mayo. Para ello, se les exigió el abandono y lanzaron una tregua, se les exigió que condenaran la violencia y lo han hecho este lunes de febrero. Naturalmente, no se les exige que pidan perdón a las víctimas. Así que vamos a detallar lo que ha ocurrido en esta peligrosa mañana del lunes 6 de febrero.
El temor manifestado por algunas asociaciones de víctimas del terrorismo durante el sábado a que ETA se termine presentando a las elecciones ha tomado forma este lunes con la presentación de la nueva marca de Batasuna.
En el acto de presentación estaban muchos rostros conocidos, algunos miembros de la antigua Batasuna como Joseba Permach o Joseba Álvarez, representantes del PNV, Aralar, EA, representantes de los sindicatos LAB, ELA e incluso algunos miembros de CCOO a título personal. Se echó en falta a la presencia del presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, que no acudió por el recuerdo de los ausentes -los mismos ausentes que no le han impedido negociar con la banda terrorista, cosas de la vida-.
Pero toda la presentación no ha sido sino un orquestado acto donde todas las piezas tienen su lugar. Y no hay más que echarle una ojeada a los diarios de hoy para comprobarlo, así como escuchar las tertulias radiofónicas o los informativos para entenderlo. En Telecinco, el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, ha manifestado que el nuevo partido abertzale ha de ser legal, porque de todas formas estará en las elecciones. Está claro que el PNV es quien más tiene que ganar, además de haberse convertido en el principal aliado de Zapatero. Pero en cadena SER se han podido oír comentarios como los de Josep Ramoneda.
Y mientras tanto el paripé continúa: el nuevo partido ha presentado sus estatutos en los que se opondrán al uso de la violencia y de las amenazas, incluyendo las de ETA y que ni justifica ni ampara la utilización de la violencia, sea quien sea quien la utilice. De esta manera dan otro paso dentro del paripé que les permita presentarse a las elecciones y de esa manera conseguir dinero, ya que actualmente el ahogo financiero es muy grave. Y como parte de esa simulación, también han anunciado que expulsarán del partido a quienes justifiquen o apoyen el terrorismo. Lo curioso es que lo manifiesten delante de personas como Joseba Permach, Juan José Petrikorena, Aitor Bezares, Tasio Erkizia, Joseba Álvarez, Txelui Moreno, Pernando Barrena, Marian Beitialarrangoitia, Itziar Aizpurua, quienes hasta ayer, como quien dice, se negaban a rechazar la misma. Como se suele decir, las palabras lo soportan todo.
Por su parte, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), las auténticas víctimas de todo el entramado, a las que sólo se recuerda cuando hay un rédito político, avisa de que no están de acuerdo con ningún partido que presente Batasuna, porque es ETA, ya que no basta con condenar su violencia, sino que también hay que hacerlo con su proyecto político. Son declaraciones de Ángeles Pedraza -mañana del lunes, a Hispanidad. Cuando Pedraza habla de proyecto político no se refiere a la independencia de Euskadi sino a la utilización de la violencia en el futuro lo que, naturalmente, exige un arrepentimiento respecto a los asesinatos del pasado.
La presidenta de la AVT es consciente de que desde ETA van a intentar presentarse a las elecciones, pero desde la asociación exigirán al Gobierno que empiece a poner en marcha la maquinaria para impugnar las listas y en caso de que no sea así, se iniciará una campaña para que esto no suceda. Sus palabras son muy claras y comprensibles.
Los siguientes pasos están claros. Desde el Gobierno se afirmará que los pasos son significativos, pero insuficientes y que seguramente no podrán presentarse a las elecciones. Sin embargo, afirmarán que eso dependerá de la Justicia, que será quien determine si el nuevo partido cumple con los requisitos de la Ley de Partidos. Y es bastante probable que la Justicia les dé el visto bueno. Son todo suposiciones, pero cualquiera se da cuenta de por dónde van los tiros.
Juan María Piñero
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