El Partido de Acción Nacional (PAN) que sostiene al gobierno sabe que las elecciones son difíciles. Ahora el debate está entre los que apuestan por mantener el espíritu original basado en el humanismo cristiano; y los "pragmáticos", dispuestos a cualquier cosa con tal de evitar que el PRI regrese a Los Pinos (residencia del presidente del gobierno mexicano)
Estos últimos apuestan por la candidatura de Demetrio Sodi de la Tijera. La estrategia contaría con el apoyo de Santiago Creel, un hombre al que el partido pagó para que se presentara como candidato a las elecciones en el DF.
Todos los asesores y gabinete de Creel en el ministerio del Interior y el candidato fallido de Creel para las primarias del PAN, Juan José Rodríguez Pratts, apoyan la candidatura de Demetrio Sodi bajo el argumento de que el PAN no tiene caras propias con tirón electoral. Curiosamente Sodi fue derrotado en las elecciones al Senado del 2000 por el candidato panista Jesús Galván. O sea, que tampoco tiene tirón electoral y además resulta un chaquetero que difícilmente vaya a mover el entusiasmo de las bases panistas.
Esto es lo que se vive estos días en México. Un polvorín de tensiones, información confidencial, luchas políticas y batalla de ambiciones. Así, hasta las elecciones del 2006.