El PNV demanda el mismo "ejercicio de voluntad libre" que en Kosovo

Íñigo Urkullu demostró este viernes que reúne el principal requisito para ser el líder del PNV: moverse entre dos aguas. En su comparecencia ante el Foro de la Nueva Economía, el líder nacionalista se apuntó a la polémica exigencia que en su día esgrimiera Artur Mas: un acuerdo político bilateral derecho a decidir. A continuación, Urkullu "tranquiliza" al público aclarando que no se trata de la secesión, sino de un "modo democrático de relación cordial entre España y Euskadi". Sin embargo, ese derecho a decidir debería permitir, a juicio de los nacionalistas vascos, "analizar si la cohabitación tiene mayor recorrido".

El líder peneuvista afirmó que la situación en Euskadi es culpa de ETA, pero también de los partidos políticos por no haber sabido satisfacer las aspiraciones de los vascos y el autogobierno. La premisa es la ausencia de miedo y el premio la normalidad democrática.

Si las demandas no resulta lo suficientemente difusa, cuando le preguntan sobre la posible escisión de Kosovo, Urkullu afirma: "subraya el ejercicio de voluntad libre de los ciudadanos. Y eso es lo que nosotros reivindicamos".

Entonces ¿a qué ala del PNV pertenece: a la de los que exigen la independencia o a los pragmáticos que por el momento se conforman con ir arañando competencias y fondos?: "Ni soberanista ni pragmático, nacionalista". Está claro ¿no?