El pasado viernes, 30 de los corrientes, Madrid volvía de vestirse de gala para celebrar una cena-encuentro con el Ilustre Colegio Oficial de Gestores Administrativos que recordaba a su patrón, San Cayetano de Thiene, y que el colectivo -presidido por Fernando Jesús Santiago Ollero- organiza anualmente desde hace años. En esta ocasión la celebración tuvo lugar en El Club de Campo Villa de Madrid, uno de los pulmones madrileños con más solera y pedigrí de cuantos se recuerdan. Los Gestores Administrativos, según se aprecia en la invitación, contaban con la presencia de Ramón Jáuregui, actual ministro de la Presidencia. Un acierto para quienes pensaron en este político, puesto que el colectivo pertenece de manera directa a la Presidencia del Gobierno. Naturalmente iba a ser homenajeado.
Sin embargo, el mandatario, vasco y católico, no acudió a la celebración dejando huérfanos a los Gestores y endosando, en manos del humorista Mariano-Mariano, el peso de defender una improvisación y así "rellenar el tiempo que tendría que consumir el ministro, siempre y cuando recibiera el mismo sueldo que él", bromeó el comediante. Pero el tema no hace tanta gracia. El moderador del evento tan sólo indicó que Ramón Jáuregui no podría acudir a la celebración "porque estaba a otras cosas". O lo que es lo mismo: prefirió acompañar al día siguiente a Rubalcaba para agitar la campaña electoral socialista.
Aunque oficialmente no estamos en campaña (21 días antes de acudir a las urnas el 20-N), el ministro declinó la invitación para evitar ser criticado a cuentas de la actual situación de crisis económica y política que azuza en España y así huir de la ideología derechista que caracteriza al colectivo, si por ejemplo le pudiera interrogar sobre el Valle de Los Caídos, puesto que como bien se sabe las relaciones Iglesia-Estado dependen de su Ministerio.
Bien distinta fue la acogida que el año pasado tuvieron los Gestores con el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, invitado de honor, cuando ejercía de ministro del Interior y vicepresidente primero, cuando ni él mismo sospechaba lo que iban a cambiar los tiempos en tan poco tiempo hasta convertirse en el candidato a la Moncloa.
De este modo, el también socialista Jáuregui demuestra su valentía plantando a los Gestores. Con estilo. No se sabe bien si también pudiera ser un guiño a Rubalcaba, que ya para después de las elecciones no cuenta ni con Bono ni Sebastián, por ejemplo.
Mariano Tomás
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