Por si fuera poco, la candidatura de su amigo González para Caja Madrid, en entredicho

Hay días en que no está uno para nada. Por ejemplo, Florentino Pérez (¡Oh capitán, mi capitán!) el pasado martes 27, verdadero martes negro para el constructor.

Lo sabido: el Alcorcón, equipo de segunda B, antes llamada tercera, le arrea a sus galácticos un 4-0 en un campo del pueblo-barrio del extrarradio capitalino.

Hasta ahí lo sabido. El mismo día en el que se intenta una negociación intra-PP en el desastre Caja Madrid, su amigo Ignacio González, pierde posiciones en la carrera. La caja, prestamista de todos los españoles, es el principal acreedor del Real Madrid y también apoya a la constructora ACS.

Pero hay más. Florentino es íntimo de Macia Alavedrá, ahora presunto corrupto en la nueva película del director Garzón, titulada Santa Coloma de Gramanet. Fue el ex conseller quien le facilitó la compra de Construcciones Padrós, inicio de su imperio, por una peseta. La operación que le sirvió para enlazar con Alfredo Sáenz, desde entonces su principal financiador en Banca Catalana, Banesto y Santander.

No sólo eso, Macia le facilitó obra en Cataluña y Pérez comenzó a convertirse en ¡Oh capitán, mi capitán! Lo dicho: un martes negro, muy negro.