En una carta remitida al presidente del regulador de la Bolsa francesa (AMF), Michel Prada, el senador aboga, con exquisita desfachatez, por prohibir la OPA de Sacyr por concertación "probada o no" y le han hecho caso. Philippe Marini es, además, consejero de la entidad financiera pública CDC, caballero blanco del presidente de Eiffage, Jean François Roverato. Por cierto, Roverato acusa a Sacyr de concertación, cuando el mismo explicó ante la Comisión de Finanzas del Senado cómo estaba preparando un bloque, con directivos y empresas públicas, para parar a Sacyr. Miranda y Pizarro fueron llevados a los tribunales por mucho menos que eso, acusados de violar el deber de pasividad. Manuel Conthe dimitió de la CNMV por la actitud de la Oficina Económica de Moncloa, aunque reconoció que no le habían presionado directamente

Increíble pero cierto. El presidente de la Comisión de Finanzas del Senado Francés, Philippe Marini, y por escrito, sin cortarse un pelo, conmina al presidente del regulador bursátil francés, la AMF, Michel Prada, a que prohíba la OPA de Sacyr sobre Eiffage, aunque no se trataba de una OPA parcial, sino sobre el 100 por 100 del capital. No se pierdan la traducción de la carta a la que ha tenido acceso Hispanidad (o el original, si prefieren leerlo en francés) en la que el presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, nada menos, conmina al presidente del organismo regulador a que, con pruebas o sin ellas, aduzca que hay concertación en la OPA de Sacyr (entre la constructora y otros accionistas españoles), y prohíba la oferta. Por cierto, el propio presidente de la AMF, Prada, declaró al diario La Tribune (jueves 28) que su decisión -por la que ha hecho caso a la conminación de Marini) se tomó por indicios, sin pruebas.

En la carta a la AMF, Marini alude a su teoría acerca de la necesidad de que los centros de decisión económica se queden en Francia, una doctrina muy liberal y europeísta. Y, al parecer, para conseguir tan loable propósito, todo vale. Es más, antes de remitir su carta a Prada, árbitro presuntamente independiente, Marini invitó al Senado a Jean François Roverato, presidente de Eiffage. Sin cortarse un pelo, el hombre que desposeyó del derecho de voto al propietario del 33% del capital en una Junta de Accionistas, no tuvo el menor reparo en ocultar que la mejor manera de defender una Francia cerrada al capital europeo es repartir acciones entre empleados, directivos y caballeros blancos, además de auto-otorgárselas a su egregia persona (eso no lo dijo en el Senado francés).

Se da la casualidad, de que el mejor caballero blanco que ha encontrado Eiffage ha sido la entidad financiera estatal CDC (Marini es miembro de su Consejo de Vigilancia.

Es decir, que no ha habido concertación española, en nombre de la cual se ha prohibido la OPA de Sacyr, pero sí ha habido clarísima concertación francesa para evitar la entrada de los "naranjeros" (alusión despectiva de Roverato hacia el murciano Luis del Rivero, presidente de Sacyr). Pero ya sabemos la doctrina, y la práctica, francesa: no ceder ni una sola empresa con el apoyo del Estado y de sus entidades financieras públicas, así como de los regalos y privanzas para directivos. Así se hace Europa. Y Bruselas, calladita.

El agravio comparativo es evidente, dado que, por mucho menos, durante la batalla de Endesa, el presidente y consejero delegado de la eléctrica terminaron en los tribunales, acusados de romper el deber de pasividad por haber hablado con E.ON, mientras Gas Natural e Iberdrola también fueron demandados por concertación. Todo ello, en medio de una campaña de Bruselas contra el proteccionismo español y de la arremetida de la prensa económica continental, y de la prensa alemana de cualquier sector, contra las maniobras españolas, un Estado donde no existía seguridad jurídica. Durante su última rueda de prensa en Madrid, un periodista de Financial Times llegó a preguntarle a Wulf Bernotat, presidente de E.ON: ¿Usted cree que es posible hacer negocios en este país?

Otrosí. Por mucho menos que lo de la carta de Marini a Prada, dimitió en España Manuel Conthe, presidente de la CNMV, quien reconocía que la Oficina Económica de Moncloa no le presionó pero argumentaba a favor de ENEL y Acciona. La envolvente a la española Sacyr en Francia es como si aquí, Antonio Gutiérrez, presidente de la Comisión de Economía del Congreso, enviara una carta a Conthe para pedirle que prohibiera la OPA de Enel sobre Endesa, porque no le gustan los ‘espaguetti'. Con un añadido más insultante: que Gutiérrez, fuera, además, consejero de Endesa o de Caja Madrid, socio de referencia de Endesa.

La guinda: el otro gran caballero blanco -o caballero espurio- de Roverato ha sido el omnipresente franco-belga Albert Frère, quien obtuvo una espléndida plusvalía (ver Hispanidad) comprando ‘eiffages' para apoyar a Roverato, y vendiendo después. A don Albert le debe de gustar mucho España, porque ahora está ejecutando el mismo juego especulativo con Iberdrola, amenazada por la francesa Suez, otra de sus participadas.

Los clásicos llamarían a todo esto, ‘el mal francés'.