A mediados de los 60 del pasado siglo, las investigaciones del trigo de Norman Borlaug en Ciudad Obregón, Sonora, y Texcoco (México), fueron fundamentales para salvar de la hambruna a más de 100 millones de personas en India y Pakistán. En 1970, Borlaug recibió el Premio Nobel de la Paz.
La semana pasada se ha celebrado el centenario de su nacimiento y en Ciudad Obregón, lugar donde en 1963 fundó el Centro Internacional del Mejoramiento del Maíz y el Trigo (Cimmyt), se ha celebrado una Cumbre que ha reunido a más de 700 investigadores de múltiples países.
Actualmente la producción de trigo a nivel mundial crece 1% pero la ONU estima que hay que lograr incrementos de la producción del 2% anual. La Cumbre busca dar un nuevo impulso a la investigación para incrementar los rendimientos del trigo y conseguir aumentos del 50% en los próximos 25 años. Según el Banco Mundial, sería necesario que la producción mundial de trigo se incrementara en un 60% entre 2000 y 2050.
Con este fin, ha creado la Alianza internacional para aumentar los rendimientos del trigo y, para la reducción del hambre. Esperemos que tenga éxito, pues buena falta hace y todo a pesar de algunos grupos.
Domingo Martínez Madrid