La situación, según Zapatero es la siguiente. Hay un tercio de cajas que ya están inmersas en proceso de fusión. Hay otro tercio que no necesita fusionarse. O sea, La Caixa y Caja Madrid. Y hay un tercio restante al que hay que dar un empujón. El compromiso del Gobierno es que estén terminados antes del 30 de junio. O más bien, que esté el mapa cerrado para el 30 de junio. Un compromiso que resulta incompatible con el discurso de Zapatero de que el Gobierno es responsable de establecer el marco y poner los recursos del FROB y que responsabiliza de la lentitud de los procesos a los operadores. A saber: entidades financieras, gobiernos autonómicos y Banco de España.
En todo caso, si el mapa está cerrado antes del 30 de junio (como marca Bruselas), parece claro que habrá que pedir una prórroga para poder disponer de esos fondos. Otra cuestión es si el FROB será la solución porque no se trata de ayudas sino de préstamos al 7%. O sea, susto o muerte. Por eso Montoro augura que la solución va a ser en falso y que en dos años será necesario volver a intervenir. Y eso a pesar del discurso gubernamental de lograr cajas fuertes y solventes.
Andrés Velázquez
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