-Y no toca uno de los más patentes y más desconocidos problemas del pequeño comercio: el urbanístico.
-El pequeño comerciante, más que ayudas quiere igualdad de oportunidades
Plan de apoyo al pequeño comercio, otra medida con la marca del Gobierno Rajoy, muy pepera: va en la buena dirección pero se queda corta. Y también pepera porque recoge medidas anteriores hasta lograr sumar 30 apoyos al pequeño comerciante. Por ejemplo, la licencia exprés de apertura para comercios de menos de 300 metros cuadrados, al que se han acogido nada menos que 7.000 empresas.En cualquier caso, en el pequeño comercio trabajan 1,8 millones de españoles, cifra que bien merece 'andecha' (echar una mano, en bable).
La idea general es agrupar a los pequeños comerciantes en algo parecido a los antiguos mercados, aunque menos circunscritos a la alimentación. No está mal pero choca con uno de las mayores rémoras del pequeño comercio: el inmobiliario. Las casas se construyen sin bajos comerciales y llevamos un cuarto de siglo con esa nueva arquitectura depredadora del pequeño local.
En cualquier caso, un buen plan, bien enfocado, pero que se queda corto, tanto en ayudas financieras como de relanzamiento del pequeño establecimiento, hoy en cierres continuados. Porque lo primero que pide el minorista es que le corten las alas a las grandes superficies, dedicadas a destruir al pequeño a través de las ventas a pérdidas. El pequeño comerciante, más que ayudas, quiere igualdad de oportunidades.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com