De entrada, pongo realmente en duda que se publique esta carta, por la sencilla razón de que cuanto más alardea un medio de comunicación de su talante democrático, en realidad más intolerante y sectario es el mismo. En otras palabras Díme de qué alardeas, y te diré de qué careces...
Pues una prueba más de la verdad del refranero español, la tenemos en la nueva Ley de educación que recientemente se ha aprobado. No sólo se ha colado de rondón, en plena canícula vacacional, sino que se ha hecho cubierta de falsedades y con poco o ningún respeto a la Constitución.
Es falso que la asignatura de religión deje por primera vez de ser obligatoria. Desde 1979, nunca lo ha sido. Quizá la Sra. Ministra sea una desmemoriada, que no lo creo, pero yo recuerdo que al matricularme en el Instituto, debía optar por la asignatura de Religión o la de Ética...
Además, la Constitución consagra el derecho de los padres en España, a elegir para sus hijos la educación que piensen más conveniente para ellos, y que sea más acorde con sus convicciones religiosas y morales, mientras que la nueva Ley de educación supone una injerencia intolerable del Estado en este terreno, y por tanto, por ser intolerable, es injusta.
Lo dicho, díganme de que alardean, señores del Gobierno, que les diré de qué carecen.
Pablo Luis Sáez Gonzálvez
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