Lo señalaba el pasado martes el secretario de Estado de Economía, David Vegara. No incluimos la previsión de inflación, porque no es un dato relevante; mantenemos el objetivo de inflación del 2% como el estándar. Pues bien, este criterio ha sido confirmado en la mañana del miércoles por el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Angel Fernández Ordóñez. El BCE es la referencia, y el que se salga de eso, que se lo piense, con la única excepción de las pensiones que tienen su pensión extra en enero con el diferencial de inflación.
De esta manera, MAFO salía al paso de las críticas sobre el dinero de más que tendrán que pagar los españoles como consecuencia de la tarifa haya sido deflactada con el 2% de objetivo de inflación en lugar de con el 3,7% de inflación real. La noticia no es esa, sino cuánto habrían pagado de más los españoles si hubiera gobernado el PP que no deflactaba la tarifa, y eso son 200 millones, pero claro, yo no hago las noticias, añade con sorna el secretario de Estado.
MAFO tiene razón en su crítica. Pero no se terminan de explicar los motivos por los que a los pensionistas se les actualiza la pensión con el IPC real y a los contribuyentes no. Y también resulta evidente que si la tarifa no se deflacta conforme al IPC real, el efecto inmediato es una subida real de los impuestos. Con el PP y con el PSOE.