Según el informe del Interventor General del Estado a 19 de diciembre, el Estado gastó 15.598 millones de euros más de lo previsto. Aún así, el superávit de caja se situó en los 12.439 millones de euros. El Gobierno sólo usa el 40% de su colchón presupuestario
¿Cuáles han sido las partidas en las que se ha notado mayor desviación? Deuda Pública. Estaba previsto 49.296 millones y se han añadido 13.399. ¿Por qué? En las operaciones financieras el Gobierno ha gastado 14.376 millones más de lo previsto. De este capítulo, 13.247 millones son de amortización de deuda. Estaba previsto 30.834 y se amortizó 44.082. Forma parte de lo que Solbes califica como su "obsesión": recortar el peso de la deuda. Y así, aunque estaba prevista una deuda pública de 15.993 millones, se recortan 993 para quedar en la bonita cifra de 14.000 millones de euros.
En cuanto a la deuda emitida en moneda extranjera, sigue situándose en cifras ridículas: 382 millones de deuda emitida y 388 de préstamos en moneda extranjera. Normal si tenemos en cuenta la inestabilidad cambiaria en nuestra relación con la principal divisa extranjera: el dólar.
Por el contrario, algunos departamentos han consumido más de lo previsto. Por ejemplo, Defensa. Frente a los 8.052 millones previstos, los 9.350 definitivos. Los entes territoriales, también han consumido 1.173 millones más de lo previsto hasta alcanzar los 49.589 millones.
Sólo se salva el fondo de contingencia, ese colchón presupuestario del 2% de los PGE ‘inventado' en la época del PP. Sólo se consumió a noviembre 1.155 millones de los 2.858 presupuestados. Es decir, un 40%. Lo mismo ocurre con el anterior ‘colchón', los "gastos de diversos ministerios" (que curiosamente cohabita con el fondo de contingencia). Los gastos de diversos ministerios recortan en casi 242 millones de euros, más de un 10% de lo presupuestado. Un ejemplo: en los servicios de carácter general, el Estado ha ahorrado 1.832 millones de euros en relación a lo previsto. Sin embargo ha incrementado en 1.000 millones de euros el gasto en bienes corrientes
Tan sólo permanece intacto el presupuesto de la Casa Real, 8,2 millones de euros; las Cortes Generales, que consumen 218 millones de euros; el Tribunal Constitucional, 25 millones de euros y el Consejo de Estado, 11,425 millones de euros. Los 8.727 millones de euros para las clases pasivas tampoco sufren modificación alguna.
Con un incremento del 8,2% en el gasto, el Estado sigue arrojando superávit. ¿Cómo se explica? Por el incremento de los ingresos fiscales más allá de lo previsto en los PGE. Así, según el informe, el superávit de caja alcanza el 1,2% del PIB, es decir, 12.439 millones de euros. No obstante, el superávit real alcanzará algo más, entorno al 1,7 ó 1,8% del PIB. Es decir, podríamos haber cerrado el año con un saldo positivo de las cuentas públicas de 18.000 millones de euros. Y toquemos madera para que la racha continúe.