Ni tan siquiera el Gobierno está contento con el Informe que encargó a cinco sabios sobre Radio Televisión Española (RTVE). Como recordaba Victoria Camps, una de las sabias, lo que hemos hecho podía haberlo hecho cualquiera. Se trataba de que los sabios dijeran que había que recortar los costes de RTVE manteniendo el control ideológico del Ejecutivo sobre Radio Televisión Española. Pero es que estos chicos, si no se lo dices no se enteran. Conclusión: salvo el periodista-sabio, Fernando González Urbaneja, todos los demás sabios concluyeron que lo que necesita el Ente público es más dinero público : en lugar de recortar gastos, aumentarlos. Para que se fíe usted de los sabios...
Ahora bien, de todo desastre puede salir algo bueno, por ejemplo, los sabios plantearon la peregrina propuesta de hacer una especie de concurso-oposición de cazatalentos para nombrar al futuro director general de RTVE. Y eso sí puede aprovecharse, porque los cazatalentos suelen ser más listos que los sabios y saben perfectamente a quién buscar.
En pocas palabras, el Gobierno Zapatero quiere cambiar a Carmen Caffarel, no porque su puesto fuera interino desde el comienzo, sino porque no hace nada. RTVE es un buque a la deriva, eso sí, donde se baten las marcas de manipulación que dejó el PP (marcas muy altas), porque cada vez pierde más dinero. Se busca un gestor que ponga orden en la sangría sin perder el control ideológico.
No olvidemos que Caffarel fue nombrada según las indicaciones que dieron José Miguel Contreras, el hombre de Globomedia y amigo del secretario de Estado de Comunicación, el gran manipulador Miguel Barroso. Contreras pronunció la sentencia: debe ser mujer y académica, no profesional. Le dieron a la base de datos y apareció Caffarel. Pero, al parecer, el genio de la comunicación se ha vuelto a equivocar.