En nuestra edición anterior publicábamos la carta de un profesor que citaba un libro de texto de SM, la Fundación Santa María, propiedad de los padres marianistas, en el que se afirmaba que el embarazo comenzaba con la implantación del cigoto en el útero. Pues bien, se trata de un libro de sexto de primaria (10-11 años) que juega con el equívoco entre el inicio de la persona y el inicio del embarazo, que para una mente infantil y no tan infantil, por encima de los matices de los especialistas, son sinónimos.

El asunto es que existe un individuo con carga genética individuada y diferenciada desde el momento mismo de la fecundación, no desde la anidación. Precisamente, toda la cultura de la muerte trata de establecer un periodo (los famosos 14 días, por ejemplo) donde según razones ignotas comenzaría la vida (la vida ya está en el óvulo y en el espermatozoide, lo importante es cuándo empieza a existir el ser humano, que no es lo mismo). La anidación no modifica la esencia.

En cualquier caso, nuestro comunicante, Ricardo Pérez, tenía toda la razón: se trata de comenzar a justificar ante la infancia los atentados contra la vida intrauterina. A cargo de una editorial religiosa, la misma que ahora edita catecismos islámicos. ¡Jo con los marianistas!