Una muestra más de que el problema es el mismo: la especulación bursátil
Durante el primer semestre del año las empresas que cotizan en bolsa repartieron entre sus accionistas 13.741 millones de euros en dividendo, un 25% más que durante el mismo periodo del ejercicio anterior. Sin embargo la evolución del principal indicador, el Ibex-35 no pudo ser peor, con un selectivo que llegó a situarse en los 1093 puntos (hoy ronda los 11.800), desde un máximo anual de 15.186.
En definitiva, esto significa que el inversor más especulativo, el que compra y vende se ha visto pillado en la crisis mucho más que el inversor estable.
No hay mal que por bien no venga.