España reduce su déficit comercial a la mitad. Una muestra no de que exportamos el doble sino de que importamos la mitad debido a la debilidad de nuestra demanda. Pero hay otra conclusión en la que no ha reparado casi nadie. Las inversiones directas se han visto claramente recortadas. En cambio, se incrementan las inversiones en cartera. Y esto ocurre tanto en las inversiones españolas en el exterior como las del exterior en España.
Según los datos facilitados por el Banco de España, de enero a octubre de 2009 se realizaron inversiones españolas en el exterior por valor de 17.515,2 millones de euros frente a los 45.147,8 del año anterior. De igual manera, las inversiones extranjeras en España pasaron de los 42.247 millones de euros a los 15.594,9. En paralelo, creen las inversiones en cartera. Frente a los 22.082,9 desinversiones de las inversiones en cartera españolas en el exterior del año pasado, este año, la cifra de inversiones asciende a 3.027,5 millones de euros. Y frente a las desinversiones de 13.137,8 millones de extranjeros en España en cartera, este año las inversiones ascienden a 37.075,2.
La conclusión es clara: el dinero es cada vez más golondrina, menos comprometido: más inversiones en cartera y menos inversiones directas.