Rafael Correa expresa su preocupación por la "campaña" contra Irán por su programa nuclearEl cinismo del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, no tiene límites. Acaba de terminar su gira por Hispanoamérica, donde ha visitado Cuba, Nicaragua, Venezuela y Ecuador, es decir, los regímenes socialistas que más atentan contra los derechos humanos, deseando recorrer un "camino de felicidad" para "construir un mundo mejor, carente de cualquier tipo de tiranía y opresión, donde no haya matanzas ni humillación de pueblos, sino bienestar, prosperidad y respeto".
Que se lo pregunten a la población iraní. Especialmente a los que profesan otras religiones, como el Cristianismo, qué tipo de "felicidad" se vive en Irán, donde se persigue a los que no piensan como el régimen islámico o no siguen la 'Sharia'.
El último país visitado por Ahmadineyad fue Ecuador, de Rafael Correa que, en un acto de sumisión absoluta al iraní, expresaba su preocupación por la "campaña" contra su programa nuclear. Y es que los extremos, en este caso los mismos, se tocan.
Pero es que, además, Ahmadineyad rechazaba la injerencia de "los antiguos colonizadores", que "ahora quieren regalar su falsa democracia a través de la guerra". "Ya han sido condenados al fracaso", es decir, una vez más un ataque a la labor de España en América.
¿Y cómo le consienten los tiranuelos hispanoamericanos -como Correa, Chávez, Ortega o los Castro- que el iraní ataque la historia de sus pueblos y el país que les brindó una civilización, un idioma y una religión, es decir, España?
Porque ellos son los primeros en abjurar de su pasado.
joseangel@hispanidad.com
Que se lo pregunten a la población iraní. Especialmente a los que profesan otras religiones, como el Cristianismo, qué tipo de "felicidad" se vive en Irán, donde se persigue a los que no piensan como el régimen islámico o no siguen la 'Sharia'.
El último país visitado por Ahmadineyad fue Ecuador, de Rafael Correa que, en un acto de sumisión absoluta al iraní, expresaba su preocupación por la "campaña" contra su programa nuclear. Y es que los extremos, en este caso los mismos, se tocan.
Pero es que, además, Ahmadineyad rechazaba la injerencia de "los antiguos colonizadores", que "ahora quieren regalar su falsa democracia a través de la guerra". "Ya han sido condenados al fracaso", es decir, una vez más un ataque a la labor de España en América.
¿Y cómo le consienten los tiranuelos hispanoamericanos -como Correa, Chávez, Ortega o los Castro- que el iraní ataque la historia de sus pueblos y el país que les brindó una civilización, un idioma y una religión, es decir, España?
Porque ellos son los primeros en abjurar de su pasado.
Allá ellos. Si no son capaces de reconocer lo positivo de su pasado no serán capaces de construir su futuro. Los españoles reconocemos lo bueno que nos trajeron los romanos y nos va muy bien.
José Ángel Gutiérrezjoseangel@hispanidad.com