El boletín mensual del BCE advierte sobre el peligro que las subidas de los precios de la energía y las materias primas supone para la inflación. Ambos factores impiden que la inflación se reduzca hasta el objetivo marcado por el regulador. Es cierto que, hasta el mes pasado el BCE tenía que hacer la vista gorda para no hacer que la subida del precio del dinero fuera en detrimento del crecimiento económico, pero tras la primera advertencia, parece que julio traerá una nueva subida.
Los precios de la cesta de la compra se mantienen estables en la eurozona, pero el indicador es del 2,7% en mayo, según los datos de Eurostat, por encima del objetivo del 2%. Así, el boletín mensual amenaza con una nueva subida de tipos: "El consejo de gobierno actuará con firmeza y en el momento oportuno. Adoptará todas las medidas necesarias para evitar que la evolución reciente de los precios dé lugar a presiones inflacionistas generalizadas".
Irlanda (1,2%), Francia (2,2 %), Alemania Holanda y Eslovenia (2,4 %) mantuvieron los datos más bajos de inflación; mientras que los más altos de la zona de la moneda única se situaron en Estonia (5,5%) y Eslovaquia (4,2 %). En España, la inflación empezó a moderarse en mayo al bajar por primera vez en nueve meses hasta el 3,5 %. Sin embargo, en nuestro país el control de los precios es el indicador de un consumo débil. Por tanto, una subida del precio del dinero sería la puntilla para debilitar cualquier gesto de crecimiento.
Andrés Velázquez
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