La cifra representa un 1,7% del beneficio bruto del Grupo durante 2004. Ángel Ron cumple la promesa de continuar la línea de Luis Valls, que consiguió que todos los consejeros renunciaran a sus retribuciones. Los fondos se canalizan a través de la Fundación para Atenciones Sociales y el Fondo Social de Cooperación. El Gobierno Zapatero pretende imponer el sistema popular, por la fuerza de la ley, en todas las grandes empresas españolas.

A Luis Valls le costó una década de batalla que los consejeros del Banco Popular renunciaran a su participación en beneficios (el gran chollo de toda la aristocracia financiera española) y que ese dinero, ahora denominado Atenciones Estatutarias, fuera a parar a fines sociales, especialmente educativos. Su sucesor como presidente ejecutivo, Ángel Ron, declaró a Hispanidad.com que se proponía mantener el mismo esquema y lo ha hecho : en 2004, el Popular dedicó a fines sociales 22,7 millones de euros, un 1,7% del beneficio bruto de la entidad durante y un 2,8% del beneficio neto atribuido.

El esquema es muy simple: en el Popular no cobran más que los consejeros que trabajan en el banco, y cobran sus salarios como directivos, no como consejeros. Durante 2004, cobraron Javier Valls, copresidente, que salió por los 790.000 euros al mes; el propio Ángel Ron (consejero delegado hasta noviembre), que salió por una retribución anual de 604.000 euros, mientras el consejero delegado, Francisco Fernández Dopico, salió por 422.000 euros. Como referencia, el primer presidente de la gran banca que ha hecho público su salario durante 2004 ha sido Francisco González, de BBVA, que cobró 3,6 millones de euros.  

De hecho, sólo Miguel Nigorra, por su antiguo contrato como presidente del Banco de Crédito Balear, cobro 56.000 euros. Los 15 consejeros restantes no cobran un euro, o mejor dicho, sí cobran, sólo que deben destinarlo a las fundaciones del banco. Además, ningún consejero cobra fondos de pensiones. Utilizando la misma referencia, FG tiene acumulado, a 31 de diciembre de 2004, un plan de pensiones, pagado por la entidad, por un valor de 33,1 millones de euros. El Popular es el único banco español y uno de los pocos del mundo donde los consejeros cobran exactamente lo mismo que cualquier inversor o pequeño accionista de la entidad: el dividendo que les corresponda por sus acciones. 

Ningún código de buen gobierno exige tanto, pero el Gobierno Zapatero sí que ha sentido la tentación de poner en práctica un sistema similar al del Popular.... por la fuerza de la ley. Más en concreto, aprovechando la implementación del llamado Pacto Mundial (Global Compact) y la creación de una Secretaría de Estado dedicada al mundo del gobierno corporativo y a la obra social de bancos y empresas, que pretende imponer un código de conducta de Naciones Unidas a todas las empresas que lo firmen. Eso sí, las compañías dejaron claro que aceptarían cualquier pacto mientras fuera voluntario, y toda norma legal es coercitiva.

Los 22,7 millones de euros presupuestados en 2005 se han canalizado a través de la Fundación para Atenciones Sociales (21,6 millones de euros) y a través del Fondo Social de Cooperación (1,1 millones).