• El SAREB está capitalizado pero ahora llega la prueba de fuego: vender activos.
  • Y el problema es que no se vende ni un piso, que es el objetivo último del proyecto que lidera Belén Romana.
  • En total, los cuatro bancos nacionalizados (Bankia, CX, NCG Banco y Valencia) han traspasado 22.318 millones de euros en activos tóxicos a la SAREB.

 

Todos los papeles han pasado ya por el notario. El SAREB, o banco malo, liderado por Belén Romana (en la imagen) ya es una realidad. Un banco privado, aunque avalado por el Estado quien será el que corra con los riesgos, naturalmente. Al final, los cuatro bancos nacionalizados (grupo Q) traspasan al SAREB 22.318 millones de activos tóxicos.

Y el Sareb. Como se encarga de recordar el comunicado de la nueva entidad, es una entidad privada y capitalizada. Todo eso está muy bien. Lo que no está bien es que se supone que el objetivo del SAREB no era crear un banco para ayudar a las entidades nacionalizadas sino vender pisos y cerrar la burbuja inmobiliaria. Y el problema es que no se vende un piso en España, ni tan siquiera tras la rebaja socialista del IVA al 4%, rebaja que culmina el 31 de diciembre de 2012: desde el 1 de enero, se pagará el 10%.

Belén Romana asegura que no tiene prisa para vender. Esperamos que sea un farol marketiniano porque si la venta de pisos se alarga por 15 años, el mercado seguirá postrado y el banco malo será una ayuda para la banca privada mala y, en cualquier caso, una operación financiera, cuando el problema es inmobiliario.

Además, Romana, con un banco de titularidad privad pero de corazón público, no debería medir su éxito por el precio al que consiga vender, sino por vender lo más rápidamente posible, incluso forzando a la baja el precio de la vivienda y de los locales.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com