"Nunca había presenciado una operación tan violenta", dice un miembro de las fuerzas de élite de la policía francesaEl final del argelino y miembro de Al Qaeda Mohamed Merah ha sido de película. Según ha explicado el ministro francés del Interior, Claude Guéant: "A las 10.30 comenzaron las operaciones del proyecto de asalto. Los comandos entraron por ventanas y puertas. Se utilizaron medios técnicos para intentar comprobar donde podía esconderse el asesino. Al llegar al baño, el asesino salió muy armado comenzando a disparar con una violencia excepcional. Los comandos intentaron protegerse. Al final, el asesino salió por la ventana del baño, armado con un kalaschnikov. Su cuerpo fue recogido muerto".
Del intercambio de disparos tres policías resultaron heridos, uno de ellos muy grave. Uno de los miembros de las fuerzas de élite de la policía francesa ha declarado: "Nunca había presenciado una operación tan violenta".
El presidente francés, Nicolás Sarkozi, ha dicho que los "compatriotas musulmanes" no tienen nada que ver con los sucesos violentos de Toulouse. Asegura que no tolerará el radicalismo y que la máxima prioridad es la unidad al servicio de los valores de la República. También ha anunciado que todas las personas que consulten las página de Internet que inciten al odio o fomenten el terrorismo serán castigadas.
Como se recordará, Mohamed Merah era el sospechoso de haber asesinado a siete personas. Francés de origen argelino de 23 años, carrocero de profesión, pasó de la delincuencia al islamismo radical tras su paso por Pakistán y Afganistán. Y según ha explicado el ministro del Interior francés, su radicalización se hizo "en el seno de un grupo de ideología salafista y [se ha] consolidado, parece, durante dos viajes, uno a Afganistán, el otro a Pakistán". Para el fiscal, presenta un 'perfil de autorradicalización salafista atípico'.
Si hacemos caso al libro 'La ruta del odio', de Fernando Vaquero Oroquieta, el salafismo es una fragmentación del Islam que propugna la renovación islámica y en cuyo seno surgieron los llamados movimientos reformistas, los cuales pretenden un Estado islámico, es decir, gobernado por la 'sharia' o ley islámica, que regula el conjunto de actividades públicas y privadas de todo musulmán. A partir de estas escuelas reformistas han surgido otras más extremistas. Y lo que Vaquero Oroquieta deja claro es que al terrorismo radical islamista -distinto del islamismo- es al que llamamos 'yihadismo'. Pues bien: Mohamed Merah era un yihadista, o sea, un terrorista partidario de la violencia para imponer y extender el Islam por el mundo.
Y de estos hay muchos. Luego en Occidente tenemos un problema serio.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com
Del intercambio de disparos tres policías resultaron heridos, uno de ellos muy grave. Uno de los miembros de las fuerzas de élite de la policía francesa ha declarado: "Nunca había presenciado una operación tan violenta".
El presidente francés, Nicolás Sarkozi, ha dicho que los "compatriotas musulmanes" no tienen nada que ver con los sucesos violentos de Toulouse. Asegura que no tolerará el radicalismo y que la máxima prioridad es la unidad al servicio de los valores de la República. También ha anunciado que todas las personas que consulten las página de Internet que inciten al odio o fomenten el terrorismo serán castigadas.
Como se recordará, Mohamed Merah era el sospechoso de haber asesinado a siete personas. Francés de origen argelino de 23 años, carrocero de profesión, pasó de la delincuencia al islamismo radical tras su paso por Pakistán y Afganistán. Y según ha explicado el ministro del Interior francés, su radicalización se hizo "en el seno de un grupo de ideología salafista y [se ha] consolidado, parece, durante dos viajes, uno a Afganistán, el otro a Pakistán". Para el fiscal, presenta un 'perfil de autorradicalización salafista atípico'.
Si hacemos caso al libro 'La ruta del odio', de Fernando Vaquero Oroquieta, el salafismo es una fragmentación del Islam que propugna la renovación islámica y en cuyo seno surgieron los llamados movimientos reformistas, los cuales pretenden un Estado islámico, es decir, gobernado por la 'sharia' o ley islámica, que regula el conjunto de actividades públicas y privadas de todo musulmán. A partir de estas escuelas reformistas han surgido otras más extremistas. Y lo que Vaquero Oroquieta deja claro es que al terrorismo radical islamista -distinto del islamismo- es al que llamamos 'yihadismo'. Pues bien: Mohamed Merah era un yihadista, o sea, un terrorista partidario de la violencia para imponer y extender el Islam por el mundo.
Y de estos hay muchos. Luego en Occidente tenemos un problema serio.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com