La Carta de la Tierra se presenta como una defensa del mundo en que vivimos: la ética, los pajarillos y las flores de colores. Esa es sólo su tarjeta de visita, porque, en el fondo a los autores de este documento les interesa la política y la religión; la primera para controlarla, la segunda para destruirla y/o sustituirla.
¿Qué tienen en común Leonardo Boff, Federico Mayor Zaragoza, Juan José Tamayo y los miembros de las sectas Soka Gakkai y Bahá'í? Noticias Globales ofrece un buen resumen de uno de los actos de la Carta de la Tierra, el III Parlamento de las Religiones, en el que se dieron cita todos estos personajes para establecer su diálogo de religiones mezclado con ecología: ecopanteísmo en estado puro con el anticristianismo como telón de fondo.
Además entra en juego otro elemento no poco importante: el Partido Popular, que sin estar, estuvo. El ayuntamiento de Alicante, encabezado por el popular Luis Díaz Alperi, y la Diputación Provincial, financiaron el acto.