La media de gasto público para educación en la Unión Europea es del 5,2% del PIB. Mucho dinero, pero educar lo merece. España no es un país pobre, y sin embargo gastamos muy poquito en educación, sólo un 4,4% del PIB (en 1993 gastábamos un 4,9%).
Si nuestro gobierno dijese: ya está bien, somos europeos, ¿no?, entonces gastemos en educación como europeos, tendría que gastar 6.700 millones de euros más que ahora.
En vez de invertir ese dinero en mejorar la enseñanza, nuestro Gobierno lo que está haciendo es inventar una nueva ley de educación, que sólo cuesta 6 milloncitos de euros a repartir en 5 años y además casi la mitad lo pagarán las autonomías. Así ponemos todo patas arriba, mareamos al profesorado, da la sensación de que hemos hecho reformas... y seguimos sin pagar esos 6.700 millones que es lo que España necesita para ponerse al nivel de gasto medio en Europa.
¿Es posible que España tenga una buena educación con una financiación tan pobre? Quizá sí, si los profesores estuviesen motivadísimos, los alumnos estuviesen apasionados, los padres implicadísimos y si las vacas volasen.
Pablo Ginés Rodríguez